Romiti detalló algunas de las medidas que su organismo debió tomar a lo largo de la crisis desatada por el COVID 19 y explicó que la Argentina y la mayoría de los países “reaccionaron con medidas excepcionales que tenían por objeto preservar algo tan esencial como el derecho a la salud”. “Fue por ese motivo que, teniendo en cuenta como se transmite este virus, se restringió el derecho a la circulación”, agregó.

El disertante comentó que la Dirección Nacional de Migraciones tuvo que “dictar una serie de normas que tuvieron por finalidad evitar el contagio y la propagación del virus”, todas condicionadas por la situación epidemiológica, tales como la Disposición 1644, que suspendió la tramitación de permisos de ingresos temporarios y transitorios a la Argentina, con el propósito de “evitar el ingreso al país de personas que pudieran estar afectadas por el virus”. A la vez, se “dictaron una serie de medidas excepcionales, tales como prorrogar las residencias que estaban venciendo y la suspensión de plazos y operaciones de extrañamiento”.

Otra medida fue “la implementación de una declaración jurada electrónica a través de la cual la persona que ingresa al país informa en qué domicilio va a estar para el control de la cuarentena y también a quienes salían del país se les indicaba que podían quedar expuestas” a algunos riesgos.

Finalmente, Romiti reconoció que si bien las diferentes medidas adoptadas Migraciones dispararon “muchas medidas judiciales y amparos”, lo cierto es que “no hemos tenido un sólo fallo en el que se haya declarado la inconstitucionalidad o la ilegalidad de todo el plexo normativo”. “Los jueces han sido muy serios en el sentido de acompañar las medidas o de considerar que son razonables”, concluyó.