Coco Blaustein, referente indiscutido del documentalismo argentino
El cineasta y documentalista argentino David “Coco” Blaustein murió el lunes 16 de agosto, a los 68 años, luego de haber sufrido un accidente cerebrovascular (ACV) la semana anterior
Coco Blaustein ha sido uno de los mayores referentes del cine político en nuestro país. Dirigió los documentales Cazadores de Utopías, con entrevistas a exmilitantes de Montoneros, y Botín de Guerra, acerca de la labor de Abuelas de Plaza de Mayo, entre otros. Conducía el programa Manivela, sobre cine argentino y latinoamericano, por Radio Nacional.
“Estoy muy apenado, muy golpeado con el fallecimiento de Coco. Ha sido un gran compañero y un gran, gran amigo. Siempre estuvo en la producción y en la difusión del cine. Era miembro de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, eso nos unía mucho. Despedimos a un intelectual comprometido, siempre atento y sensible a la realidad política de nuestro país”, expresó el ministro de Cultura, Tristán Bauer.
El funcionario enfatizó también las redes que tejió Blaustein en América Latina y con España. "Coco funcionó como un puente en América Latina, entre los latinoamericanos, y entre los españoles que estuvieron siempre interesados en el nuevo cine latinoamericano. Su muerte es una pérdida realmente enorme. Coco era de esos hombres que son indispensables por cómo ponen siempre el hombro, en entusiasmo, el afecto y el hacer", dijo Bauer.
Egresado del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) en la década del '70 y militante, David Blaustein tuvo que exiliarse a México. Allí obtuvo su formación cinematográfica y fundamentalmente en la distribución de películas. Cuando regresó la democracia, David volvió a la Argentina y se relacionó con instituciones que tendían al estímulo de los cortometrajes y los primeros documentales. Comenzó a desarrollar su profesión como director con Cazadores de utopías.
Cazadores de utopías, Botín de guerra, Hacer Patria, Fragmentos Revelados, son documentales definitorios en el estímulo para las nuevas generaciones del cine documental en la Argentina", resalta Gustavo Alonso, asistente de dirección y guionista de Balustein en algunas de sus obras.
"David siempre estaba rodeado de jóvenes. Fue un gran difusor del cine nacional, de absolutamente toda la filmografía de todas las corrientes, de todos los géneros desde su programa de radio. Y estimuló siempre la producción de las nuevas generaciones no sólo de directores y directoras, sino también de montajistas y directores de fotografía. Es el artífice de las óperas primas de muchos directores. Para las nuevas generaciones David fue un símbolo", dice Alonso emocionado.
Se va a acabar fue su última obra, estrenada este año en el Bafici. Se trata de un documental codirigido con Andrés Cedrón con testimonios de trabajadoras y trabajadores que participaron en distintos conflictos sindicales durante la última dictadura cívico militar.
“Siempre estaré agradecido por su generosidad y por su cariño. No puedo creer la pérdida tan repentina de Coco. Pierdo un amigo y compañero de trabajo desde hace más de diez años. Fue la persona que me marcó en mi carrera. Todo este tiempo construimos una relación creativa y de afecto muy grande, compartiendo casi a diario nuestros proyectos. Me inculcó el amor y el disfrute por el cine, y el compromiso político con el pasado, el presente y el futuro de nuestro país. Fue y será un referente del cine documental”, le dijo al diario Página 12 Andrés Cedrón.
Blaustein era miembro de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Argentina. Entre sus películas también se encuentran Hacer Patria; Porotos de soja, codirigido con Osvaldo Daicich; y Fragmentos Rebelados, donde cuenta la historia del cineasta argentino desaparecido Enrique “Quique” Juárez.
"Mucha gente va a recordar a Coco por sus películas, por su enorme compromiso, por su militancia por la justicia y la igualdad. Y también porque como ser humano era una persona increíble. También me parece muy importnate recordar su paso como director del Museo del Cine. En lo personal porque Coco me acompañó y me ayudó muchísimo con mucho cariño y con mucha generocidad para continuar la tarea que él inició y yo estoy continuando", expresó Paula Félix-Didier, directora del Museo del Cine de la Ciudad de Buenos Aires, al tiempo que rescataba "el compromiso de Coco con la preservación audiovisual, que es una gran urgencia que tenemos en Argentina".
"Cercano y querible, aglutinador de encuentros. La zona militante de Coco va en todas sus capas: el cine, la Argentina, los amigos. Al final del día triste y de llorar al Coco de todes, al Coco documentalista y militante, tejedor de redes, de relaciones, socializador, el que se sentaba a comer asados y a disfrutar de la vida, aparece una foto personal. Nos la sacaron un rato después de que Coco nos presentara con mi actual pareja, en una fiesta. Si Coco no me llevaba esa noche y no se quedaba al lado mío sentado, charlando y bebiendo, no nos hubiésemos conocido. Coco tenía eso. Te invitaba, te agarraba de la mano y te llevaba", recuerda Verónica Schneck, directora de Crol, película producida por Blaustein.
“Todavía no puedo creer su muerte. Tenemos que tener fuerzas para reponernos para continuar haciendo, ese el mejor homenaje que podemos rendirle”, dijo Bauer.