Presidencia de la Nación

Un loco cuerdo

Carlos Enrique es una de las caras de Tribuna Segura, el programa que les pone un freno a las barras: “No me creo Superman, pero acá hay un límite”. También pide una oportunidad de dirigir, “pero no tengo empresario”, ironiza

Si este año fuiste a la cancha, seguro que te tocó pasar tu DNI por el teléfono. Y si la pantalla marcó verde, entraste. Pero en 204 partidos, hubo 725 personas (615 por admisión y 110 por perdido de captura) que se quedaron en la puerta.

Tribuna Segura, el plan del Ministerio de Seguridad de la Nación que busca erradicar la violencia (y a los barras) de los estadios, llegó para quedarse.

Y entre chalecos grises, detrás de los cacheos policiales, y con celulares con tecnología que cruza listados de restricción en todo el país, Olé descubrió a Carlos Alberto Enrique.

El Loco. El Hermano de Héctor (el Negro). El ex lateral izquierdo campeón local, de América y del mundo con Independiente, el que también dio dos vueltas olímpicas con River y el que en 1991 levantó la Copa América con la Selección de Basile.

El padre de cinco hijos, el abuelo de 11 nietos y el que a los 53 años debutó como bisabuelo. Director técnico en espera. En vez de futbolistas ahora dirige policías.Y les habla con el mismo entusiasmo que si estuviera dando una charla técnica: “Tienen que ponerle mucho amor y corazón a lo que emprenden. Si eligieron hacer esto, dejen todo. Porque ustedes van a ser espejos de los que vienen detrás”. Y los policías salen a comerse la cancha. “¿Por qué les hablo así? No me creo Superman, pero es mi trabajo y lo cumplo al pie de la letra. Empezamos hace diez meses y no se daba 2,50 pesos. Y cuando operamos la primera vez en River, salió un positivo de captura internacional. Y ahí arrancamos... Siempre con el marco de respeto hacia la Fuerza, que es la que hace a la seguridad. ¿Cuál es el fin? Que a la cancha vaya tu esposa, tu hijo, que realmente sea una fiesta del deporte. Y no que la gente diga que no va a la cancha porque están los barras... Y con este sistema, los barras que no tienen que entrar, no entran. Acá hay un límite”, señala el Loco. ¿O el cuerdo?

-¿Cómo te llevabas con las barras cuando jugabas?

-Bien. Te puedo contar una y mil historias.

-¿Te pedían plata?

-Normalmente te pedían para el micro, para las banderas... Después están los negociados, eso es lejano a mí. Que me vengan a correr de pico, ni en pedo. Antes me tenés que pegar un tiro en el pecho, por mi manera de ser.

-¿Y les dabas?

-No. ¿Tenés hambre? Vamos, que yo te compro el sanguche. No era de darle plata yo a la barra. Y mirá que no comía más que ellos... Te lo pueden decir los mismos muchachos de la barra. A los de Independiente los conozco a todos, a los de River también. Ahora los cruzo en la cancha y me respetan, pasan por el teléfono tranquilos. Sin distinción. Y los que quedan en el camino, quedan. La cancha es como tu casa: dejás entrar a quien querés.

-Encabezaste TribunaSegura el día de la muerte de Emanuel Balbo en Córdoba. ¿Qué sentiste?

-Sentí indignación. Porque tanto el supuesto instigador, elSapito Gómez, como el chico fallecido, pasaron por los controles. Con diferencia de una hora. O sea, el operativo funcionó. Ahí falla la Justicia, porque si un imputado por un asesinato anterior tiene un pedido de captura, no pasa.

-¿Para tus nietos también sos el Loco?

-No, Lelo. Por abuelo. Como le decían a mi viejo. Aunque para la gente siempre voy a ser el Loco. Pero que la gente que me siguió en las cosas que yo dije, que me diga si me equivoqué en una. Todo lo que yo dije, fue trac, trac, trac, pero yo no me abrazo con periodistas. Prefiero comer fideos y secar la yerba arriba del techo.

-¿Por eso no te llaman de ningún club? Para dirigir o para dar charlas en Inferiores...

-No, ¡la Primera quiero dirigir yo! Pero no tengo empresario. Si tengo que hablar de eso, estamos al filo de la violencia. Siempre están los mismos: el que mandó al descenso a un equipo, agarró en otro lado. Yo sé que me tienen que dar una oportunidad. Se la dan a tantos...

-Ganas de dirigir, tenés.

-Sí, obvio, aunque no sé si el director de TribunaSegura (Guillermo Madero) me va a dar el pase, je.

-¿Y en este fútbol podrías jugar?

-Sí, de espaldas jugaría, je. Por mi temperamento, por mi polenta. Desde los 18 que fumo pero comía a horario y descansaba a la hora que debía. No tomo. Eso es ser profesional. Era atorrante y quilombero pero sano, no dañino. A mí se me juzgó por mi manera de expresión. Que a muchos les molesta. Y les va a molestar.

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