CENDIE - Institucional
El Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación en Endemoepidemias nació el 26 de diciembre de 1996, en el marco de la creación de la ANLIS, con el objetivo de diagnosticar e investigar, con un visión multidisciplinaria, problemáticas de salud de interés nacional, abordándolas desde perspectivas como la epidemiología, la entomología clínica y las ciencias sociales.
La imagen que nos representa es un Suri. En nuestro Calchaquí el Suri es el pájaro de la tormenta, es el anunciador de la lluvia. Cuando el tiempo está por cambiar, abre las alas y corre al encuentro de la primera ráfaga de viento húmedo. Este Suri particular posee un cuerpo formado por cuatro círculos concéntricos, que representan el ojo de Imaymana Viracocha (quien hace nacer todas las cosas), el Suri que lo porta lleva en su seno todas las semillas de la vida.
Fuente: Quiroga, Adán. La Cruz en América. Buenos Aires: Editorial Castañeda (1977 [1901])
Argentina es uno de los países más urbanizados del mundo y el segundo en América Latina, con una población urbana que alcanza el 92 % del total concentrada en las grandes ciudades y sus regiones metropolitanas, como Rosario, Córdoba, San Miguel de Tucumán, y especialmente la región metropolitana de Buenos Aires. Los procesos de concentración urbana, en un contexto de cambio climático como el actual, nos enfrentan a múltiples desafíos. Contemplando los distintos aspectos que ejercen presión en los territorios a diversas escalas (municipal, provincial, nacional) provocados por las actividades e intervención del ser humano, podemos identificar la producción de distintas enfermedades. Esto estaría relacionado con los procesos de migración, urbanización, deforestación, cambios en el uso del suelo, el uso de insecticidas y agroquímicos, modificando la biología, ecología y la geografía de la producción de las enfermedades, repercutiendo de manera dinámica sobre los procesos urbanos actuales de una manera glocal es decir a escala global y local.
Según el escenario propuesto por el Panel Internacional de Cambio Climático del 2020 (IPCC por sus siglas en inglés) para el 2100 la temperatura mundial habrá ascendido en promedio 1,0 a 5,8°C, lo que aumentaría también el riesgo de sufrir numerosas enfermedades infectocontagiosas emergentes y/o reemergentes y la expansión de estas (IPCC, 2020). En América del Sur, las IRA (Infecciones Respiratorias Agudas), EDA (Enfermedad Diarreica Aguda), paludismo, leishmaniasis, dengue, Chagas y las esquistosomiasis son enfermedades sensibles al clima (OMS, 2020). Se ha señalado a los eventos extremos de temperatura (olas de frío, olas de calor) como muy importantes componentes en el riesgo de la salud humana asociada a la variabilidad y cambio climático (Della Marta y Beniston, 2008; OMS, 2012; IPCC, 2008). Estos eventos se relacionan con diversos problemas de salud aumentando la morbimortalidad de las poblaciones más vulneradas (niños, embarazadas y adultos mayores) (Morabito et al. 2011).
¿El derecho a la salud está garantizado con el modelo urbano actual? ¿Cómo damos respuesta desde la comunidad científica a la demanda por la defensa de la vida de personas tanto en los espacios urbanos como en procesos de urbanización?