Las universidades públicas son sedes de vacunación contra el COVID
Instituciones de educación superior públicas de todo el país han puesto a disposición su infraestructura y recursos humanos para contribuir con la campaña vacunatoria contra el SARS-coV-2
Desde los inicios de la pandemia por el COVID-19, las universidades públicas vienen realizando diversas iniciativas para paliar sus efectos negativos en la comunidad. Dentro de estas acciones pueden mencionarse el teleseguimiento de pacientes; la realización de análisis clínicos en laboratorios y testeos de diagnóstico; la producción de insumos médicos; tareas solidarias y hasta el armado de hospitales de campaña y centros de aislamiento en sus edificios, entre otros.
A partir de este año, además, numerosas instituciones abrieron sus puertas para integrarse al plan de vacunación. Para ello, debieron acondicionar sus edificios, implementar diferentes acciones de logística e, incluso, contar con voluntarios -estudiantes y egresados de enfermería y medicina- que se suman para vacunar a los vecinos.
El titular de la cartera educativa nacional, Nicolás Trotta, señaló: "Quiero expresar mi fuerte reconocimiento a nuestras casas de altos estudios por abrir sus puertas para llevar adelante este proceso de vacunación, el cual es de suma importancia a la hora de proteger a nuestra ciudadanía". Y agregó: "Ya se han vacunado casi medio millón de docentes y auxiliares del sistema educativo. Esto es un tercio de los docentes y auxiliares de todo el país. Y eso también nos permite fortalecer la presencialidad cuidada. Este año el gran desafío, por supuesto, es avanzar en la vacunación de toda nuestra población".
Por su parte, el secretario de Políticas Universitarias, Jaime Perczyk, indicó: "Es un orgullo enorme que las universidades reafirmen su compromiso y sean protagonistas también de la etapa de vacunación. Ellas, de la mano de sus estudiantes, docentes, graduados y no docentes han demostrado estar a la altura de las demandas de nuestro pueblo”.
La primera casa de estudios en abrir sus puertas a la comunidad para esta campaña fue la Universidad Nacional de Córdoba, en febrero de este año. La UNC instaló dos importantes centros de vacunación en el comedor de la ciudad universitaria. Cada uno cuenta con una capacidad para vacunar a 750 personas por día que, en este caso, se trata de personal de salud mayores de 60 años que se encuentran en actividad, personas residentes en geriátricos y docentes de más de 60 años o que presenten comorbilidades.
Además de la infraestructura, en la universidad colaboran aproximadamente 5 mil voluntarios, entre los cuales se encuentran egresados y estudiantes del último año de las carreras de medicina, enfermería universitaria, nutrición y de las escuelas de fisioterapia.
En el sur del país, la Universidad Nacional de Río Negro funciona como sede de vacunación bajo la gestión del Hospital de Villa Regina. A la fecha, llevan vacunados cerca de 5800 personas, todas de esa ciudad rionegrina. Por su parte, estudiantes avanzados de medicina y enfermería y voluntarios del departamento de Farmacia de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco colaboran con la vacunación de la población en edificios municipales, mientras la casa de estudios patagónica espera la habilitación de su edificio para convertirse también en un vacunatorio.
“La gente está súper contenta y nos agradece la organización y la forma de tratarlos. Muchos lloran de emoción y cuentan que no pensaban que iban a llegar a estar vivos para vacunarse”, relata Alex Pinilla,estudiante avanzado de la carrera de Medicina. Dentro de los momentos emotivos que les tocó vivir, se destaca el de Camila Raiguan, voluntaria de la carrera de Enfermería, quien vacunó a su propia madre, una persona con afecciones preexistentes.
Vacunate PBA
En el marco del plan Vacunate PBA, la provincia de Buenos Aires incorporó a trece universidades como centros de vacunación. Estos vacunatorios universitarios cuentan con todos los requerimientos de bioseguridad y las condiciones de almacenamiento establecidas por los protocolos sanitarios. Funcionan todos los días de 8 a 20 y son atendidos por vacunadores formados por el Ministerio de Salud bonaerense y, en algunos casos, también por estudiantes y egresados de carreras de salud de las propias instituciones.
Es el caso de la Universidad Nacional de Hurlingham, que desde fines de febrero cuenta con la participación de más de una decena de estudiantes y graduados/as de la carrera de Enfermería para aplicar vacunas a más de 300 vecinos y vecinas por día. Al día de hoy, han vacunado a más de 10 mil personas. La institución, además, acaba de firmar un convenio con el PAMI para que 35 estudiantes y egresados colaboren vacunando a jubilados y pensionados en la zona oeste del Gran Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Dentro de las universidades que funcionan como sede, se encuentran la Universidad Nacional de Tres de Febrero y la Universidad Nacional del Sur. La UNTREF cuenta con dos espacios (Caseros y Villa Lynch) destinados a la vacunación de docentes de los niveles inicial, primario y secundario de escuelas del distrito. Además, voluntarios del área de Extensión Universitaria colaboran con la confirmación de turnos y tareas de logística. Mientras que la universidad con sede en Bahía Blanca, desde marzo ha puesto a disposición de la Región Sanitaria I sus instalaciones por la facilidad de acceso para la población. El vacunatorio se montó en el Playón y el hall de acceso para evitar que pacientes de riesgo concurran a salas médicas u hospitales dónde ya se está atendiendo a pacientes COVID.
Otras universidades del Gran Buenos Aires que también funcionan como centros vacunatorios son la de La Matanza, La Plata, Arturo Jauretche, Lanús, General Sarmiento, Luján, José C. Paz, la Provincial de Ezeiza y las sedes de Morón, Berisso y Pacheco de la Universidad Tecnológica Nacional. Mientras que en el interior de la provincia, se encuentran las universidades nacionales de Mar del Plata; del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, en Junín y del Centro, en Tandil.
Cabe aclarar que los turnos deben gestionarse a través de los sitios webs, aplicaciones o teléfonos de cada jurisdicción.