Colegio Militar de la Nación: ser cadete en época de pandemia, un desafío superado.
Como toda organización militar, el instituto se adaptó rápidamente a la situación para poder seguir cumpliendo con su misión
El Colegio Militar de la Nación, con 150 años ya cumplidos, ha visto en sus pasillos, aulas y alojamientos a miles de jóvenes que abrazaron la carrera de las armas como estilo de vida.
En él se forman durante 4 años y medio los futuros oficiales de las armas de combate, armas de apoyo, especialidades de los servicios de apoyo de combate y enfermeros. También lo hacen, con planes de estudio de menor duración, aquellos profesionales de las variadas ramas que contribuyen desde distintas funciones a la organización militar: médicos, farmacéuticos, bioquímicos, odontólogos, abogados, directores de banda, veterinarios, informáticos y profesores de educación física, entre otros.
Si bien el espíritu y los valores del ejército sanmartiniano siempre se mantuvo por sobre todo, el instituto fue adaptándose a los tiempos. Sus métodos y mecanismos de enseñanza-aprendizaje fueron mutando y perfeccionándose en la medida justa para alcanzar los estándares de excelencia que cada época propuso. Así, en distintas etapas de la historia el Colegio Militar siguió formando oficiales con la excelencia académica que siempre lo caracterizó, con la fragua de valores que conforma el vivir en un ambiente de orden, disciplina y a su vez de profunda camaradería, sumado a esto el sello distintivo de la exigencia permanente y el espíritu de sacrificio fomentado en la actividad puramente operacional.
Actualmente la emergencia sanitaria a nivel global demanda a los actores académicos de la sociedad estar a la altura de las comunicaciones del Siglo XXI. La exigencia existe, la situación impone, las herramientas están, y nuestros jóvenes pertenecen a generaciones acostumbradas a emplear todo tipo de medios informáticos para comunicarse. En medio de esta situación atípica e inesperada, este instituto de formación universitaria del Ejército demuestra que algo sigue intacto en su interior más allá del paso del tiempo: el espíritu de sacrificio, la capacidad de resolución y superación de los desafíos, y el desvelo por el cumplimiento de la misión.
EL Colegio Militar ya venía implementando en su proceso académico la presencia de herramientas virtuales para avanzar día a día en la formación de sus Cadetes, pero la pandemia del COVID-19 obligó a sus autoridades a comenzar un proceso de ampliación de las capacidades de los servidores y de incremento significativo del ancho de banda del campus virtual. Hoy, la totalidad de Cadetes que cursan la Licenciatura Conducción y Gestión Operativa, la Licenciatura en Enfermería y los profesionales que desarrollan sus correspondientes cursos, se encuentran cursando y cumpliendo las exigencias educativas a distancia. El mérito logrado por el Colegio Militar de la Nación no es menor: en la inmensa mayoría de las provincias de nuestro país hay Cadetes del instituto que siguen día a día el cursado de sus materias de manera virtual. En todas las regiones geográficas, en 22 de las 23 provincias argentinas, el Colegio marca presencia con sus cadetes que cumplen estrictamente el aislamiento social determinado por el Poder Ejecutivo Nacional.
En el sistema actual los cadetes, desde sus hogares o residencias de estudiantes, se encuentran frente a sus pantallas con 121 profesores que dictan las clases correspondientes al primer cuatrimestre de cada ciclo de las mencionadas licenciaturas. A su vez hacen lo mismo los 33 docentes que hacen lo propio para los cursos de preparación profesional y de los maestros de bandas. También, están en apresto académico 62 oficiales instructores que presentan sus clases de Conducción y Didáctica Especial Militar a distancia. Así, desde sus casas, los cadetes continúan cursando las materias del ámbito académico y militar, realizando para trabajos de investigación y elaborando la planificación de ejercicios militares.
La impartición de las clases es regulada por los coordinadores de cada materia y en algunos se dictan clases completamente mediante videoconferencia, mientras que, en otros con una presentación y un podcast alusivo al tema dado, es suficiente. También existen casos donde las instancias de exposición de los temas han sido superadas y los Cadetes deben realizar la preparación y entrega de trabajos prácticos o parciales para acreditar las competencias.
La readaptación de los métodos de transmisión educativa que implementó el Colegio Militar mantiene la exigencia para los cadetes, la cursada es obligatoria para todos los jóvenes, que deben presentarse en forma virtual con sus profesores en los mismos días y horarios que lo hacían de forma presencial. Se respeta la asistencia, que debe ser superior al 80% para mantener la regularidad. Por otra parte, el cumplimiento del cronograma inicial del año es clave para evitar superposiciones y las clases, consultas y evaluaciones se desarrollan en los mismos momentos planificados a inicios del año.
Particularmente, hay una promoción de Cadetes que atraviesa con incertidumbre y ansiedad este inédito momento. La promoción 150 del Colegio Militar, luego de más de 4 años de estudios, se encuentra próxima a egresar y alcanzar el ansiado grado de Subteniente del Ejército Argentino. De acuerdo a la planificación inicial se graduarían en julio. Lo cierto es que los suboficiales principales cadetes del último semestre, de no ser convocados para contribuir en los esfuerzos de la Fuerza durante la pandemia del COVID-19, podrán finalizar su etapa de formación sin dificultades. Hasta ahora, no se prevé retraso en el Colegio Militar, debido a que su etapa de prácticas profesionales se desarrollará íntegramente en la Dirección de Educación Operacional a partir del 27 de abril.
En otras oportunidades, y por diversas causas, el Colegio Militar de la Nación debió afrontar la suspensión de clases. Pero no existían entonces los recursos informáticos necesarios para enfrentar una modalidad a distancia. En cambio, las actuales medidas de aislamiento encuentran al instituto habiendo trabajado varios años en la incorporación de nuevas tecnologías de la información y la comunicación, acordes a la enseñanza superior que dicta. Como ejemplo, en el 2019 se inauguró una nueva red informática que permite la conectividad permanente a la totalidad de los integrantes dentro del establecimiento educativo.
Las plataformas del Colegio Militar están destinadas al uso administrativo, con gran utilidad para docentes y alumnos, ya que allí se registra toda la trayectoria académica del joven en formación y las gestiones necesarias para su desarrollo: inscripción a materias; asistencias; calificaciones; estado de regularidad; entre otras particularidades. También su plataforma educativa, es un sistema de administración virtual de cursos en internet, que normalmente se usaba como apoyo digital de las clases y que ahora se ha convertido en uno de los recursos más importantes para el desarrollo de las cátedras. Puede ser empleado tanto en computadoras como en celulares. Estas plataformas terminaron siendo decisivas para que hoy se pueda mantener la permanente característica federal del instituto y así, sus docentes y alumnos, que atraviesan distintas opciones de conectividad a internet en sus localidades, puedan cumplir con sus respectivas tareas. Cuenta además con opciones de chat, foros, test tipo múltiple choice y lecciones, lo que permite un aprendizaje didáctico y con mayores facilidades. Para mejor empleo del cuerpo docente, también cuenta con exámenes abiertos que ellos pueden diseñar de forma que su corrección sea automática, manual e inclusive exista una retroalimentación mostrando al finalizar las respuestas correctas. También existen herramientas para vincular páginas web, gráficos, programas Javascript, presentaciones Flash y otros. Adaptándose en forma permanente a las nuevas facilidades, el Colegio Militar puede enfrentar estos tiempos de pandemia con el mismo ímpetu y la misma excelencia académica.
El Colegio Militar, con esta rápida adaptación, sigue cumpliendo con su función en los márgenes de los planes de carrera, facilitando su cursado, exigiendo su cumplimiento y manteniendo la excelencia. Asegura así al ejército la inyección de sangre joven que significa a las unidades el recibir oficiales recién egresados, ansiosos por volcar en las actividades diarias todo lo aprendido durante sus años de cadetes. También ha dejado huella en los futuros oficiales enseñando con hechos que toda organización militar debe ser flexible a los cambios de situación, y que debe estar en capacidad de adaptar rápidamente sus medios humanos y materiales para poder seguir trabajando eficientemente en el cumplimiento de su misión.