La importancia sanitaria y económica de erradicar la brucelosis bovina
El Plan Nacional de Control y Erradicación del Senasa surgió para mitigar el impacto negativo de esta enfermedad sobre la producción, el comercio y la salud pública.
Buenos Aires – En Argentina la brucelosis está presente, aunque la continua vacunación de terneras y los controles implementados para evitar su dispersión permitieron alcanzar los bajos niveles actuales de prevalencia, estimados en 0,8% para bovinos y 12,35% para establecimientos, según datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) del año 2014.
Con la implementación del nuevo Plan Nacional de Control y Erradicación de Brucelosis Bovina del Senasa, los diagnósticos realizados por los veterinarios privados en terreno y la información provista por la Red Oficial de Laboratorios, corroboran que estos valores se están repitiendo casi con exactitud. Esto evidencia que la enfermedad se ha mantenido constante y manifiesta la necesidad de sanear el rodeo.
Muchas veces el impacto de la enfermedad pasa desapercibido por los productores y sus veterinarios. Si no se realizan tareas de diagnóstico y saneamiento, la enfermedad perdura en el rodeo por más que las hembras hayan sido inmunizadas, ya que ninguna vacuna confiere una protección total.
Entre los aproximadamente 260 mil rodeos de cría distribuidos en el país, hay más de 30 mil establecimientos infectados, que sin dudas están sufriendo pérdidas de terneros y se constituyen en potenciales dispersores de la enfermedad.
El Plan Nacional de Control y Erradicación de Brucelosis Bovina, puesto en vigencia hace pocos meses por la Resolución Senasa N° 67/2019, dispone que los propietarios de los rodeos donde se realicen actividades de reproducción en bovinos efectúen –con su veterinario acreditado al Programa– una Determinación Obligatoria de Estatus Sanitario (DOES) con el fin de establecer la condición del establecimiento respecto de esta enfermedad.
Estas tareas de diagnóstico iniciales (DOES) permitirán identificar los 30 mil establecimientos afectados, focos infecciosos que se deben intervenir e inactivar mediante un plan de saneamiento adecuado, que permita eliminar los animales infectados, alterando lo menos posible la estructura productiva de estos predios.
En ganadería bovina la brucelosis genera limitaciones comerciales de animales y sus productos, ocasiona pérdidas de terneros por abortos, en la producción de leche por disminución de pariciones, afectación de cuartos mamarios y pérdida por reposición de vientres.
Cuando los rodeos de cría están infectados, se producen mermas en la producción por un deterioro de los índices reproductivos, pero también en la ganancia de peso de terneros nacidos de vacas infectadas.
Los establecimientos con casos confirmados de brucelosis, de acuerdo al protocolo sanitario firmado con China para la exportación de carne bovina, quedan excluidos de la posibilidad de proveer a ese destino durante 12 meses desde que se confirma la infección.
Las causas sanitarias ocupan un lugar preponderante entre los factores por los cuales casi 40 vacas de cada 100, dejan de producir un ternero. El índice de destete promedio, a nivel nacional, ronda el 60%, cuando se ha demostrado ampliamente que podría ser del 80% o más.
Expresado en números concretos, los 25 millones de vientres que conforman el rodeo de cría nacional, producen cada año unos 15 millones de terneros/as, cuando podrían producirse cerca de 22 millones. Son casi 7 millones de terneros que se está perdiendo el sector productivo y, en definitiva, la Argentina.
Si bien no son solo las causas sanitarias las que provocan estas pérdidas, sin duda la brucelosis bovina es una de las más importantes entre ellas. Una reciente publicación del INTA Balcarce posiciona a esta enfermedad en segundo lugar luego de campylobacteriosis, entre las patologías infecciosas causales de los abortos en vacas de la Cuenca del Salado, provincia de Buenos Aires.
Los animales infectados pueden eliminar Brucella spp. durante toda la vida contagiando a otros animales del propio rodeo o de nuevos rodeos cuando son trasladados con fines reproductivos sin los controles correspondientes.
Es importante recordar que al ser una zoonosis se transmite a las personas, a partir de lo cual afecta la calidad de vida y la capacidad laboral de los afectados. Los animales infectados son el reservorio y la principal fuente de contagio para el ser humano. Atendiendo la enfermedad en los rodeos, se logrará disminuir la transmisión de la enfermedad a las personas.
Para más información, los interesados pueden comunicarse con la Mesa de Ayuda del Programa de Brucelosis Bovina del Senasa de lunes a viernes de 8 a 16 horas al 011- 4121-5410 o enviar un correo electrónico a: [email protected].