Ambiente trabaja para revertir la desertificación en el Sudoeste bonaerense
La iniciativa comenzó en 2015 y se desarrolló mediante distintas prácticas en pos de reducir la vulnerabilidad de los sistemas agrícola-ganaderos.
Con una visita a distintos sitios de intervención en las localidades bonaerense de Villarino, Puan y Carmen de Patagones, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, que lidera Sergio Bergman, presentó los principales resultados del proyecto “Adaptación SOBA”, que contribuyó con la reducción de la vulnerabilidad de los sistemas agrícola-ganaderos del Sudoeste de la provincia de Buenos Aires, ante los procesos de desertificación potenciados por el cambio climático.
Los resultados del proyecto en los 11 sitios de intervención a campo fueron presentados por los funcionarios del organismo de Ambiente nacional, Diego Moreno, secretario de Política Ambiental en Recursos Naturales, y Nahuel Muñoz, director Interjurisdiccional y de Oficinas Regionales. Entre los logros alcanzados se destacan 12 prácticas de adaptación al cambio climático y mitigación de los efectos de la sequía; más de 900 productores beneficiados; unos 1.600 participantes en cursos de buenas prácticas; más de $ 72.000.000 aportados en maquinarias, herramientas e instalaciones para el manejo sostenible de tierras para las instituciones y productores de la zona núcleo del proyecto. Asimismo se generaron incentivos económicos para el manejo sustentable, alrededor de 1.200 hectáreas fueron sembradas de vicia perenne y agropiro; aproximadamente 500 hectáreas de pastizales naturales se encuentran en recuperación y más de 50 productores se han inscripto.
La recorrida comenzó en Villarino con la visita al vivero de Argerich, la barrera forestal y el Plan de Sustentabilidad Forrajera, continuó en Puan con el INTA Bordenave y el vivero y finalizó en Carmen de Patagones en el campo del productor del sitio de intervención San José.
Estas actividades se desarrollaron durante dos días, con la presencia de autoridades de las secretarías de Ambiente y de Agroindustria, el Banco Mundial, el CONICET, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, la Universidad Nacional del Sur, el Servicio Meteorológico Nacional, el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible de la Provincia de Buenos Aires y del Ministerio de Agroindustria bonaerense. Además, participaron representantes de municipios del sudoeste bonaerense, de instituciones públicas y privadas locales y regionales y productores y asesores técnicos de la región.
Componentes del proyecto
El concluido proyecto “Aumentando la Resiliencia Climática y Mejorando el Manejo Sostenible de la Tierra en el Sudoeste de la provincia de Buenos Aires”, que comenzó en 2015, contó con cuatro componentes. El primero estuvo relacionado a con la reducción de la vulnerabilidad de las instituciones y la comunidad local, mediante mejoras en la respuesta y la capacidad de planificación y promoviendo la participación en la recolección y el análisis de datos desde lo interinstitucional hasta los productores. En este marco se desarrolló el Sistema de Información y Alerta Temprana (SIAT), un pronóstico agroclimático trimestral pensado para productores agropecuarios del sudoeste bonaerense que emite alertas a través de información clara, útil y oportuna, a partir del análisis de los pronósticos climáticos y la evolución de otros indicadores de relevancia.
Con respecto al segundo componente, se implementaron medidas de adaptación en los agroecosistemas productivos. En ese sentido se han identificado más de 30 prácticas/tecnologías que han sido seleccionadas, implementadas y evaluadas durante el desarrollo del proyecto, relacionadas con el manejo de la ganadería y las tierras de pastoreo, los cultivos y los recursos hídricos.
En tanto, el tercer componente apuntó a sensibilizar al público y a crear un sentido de pertenencia con el proyecto, mediante la aplicación de un enfoque participativo a la gestión del conocimiento y al desarrollo de las capacidades locales para la adaptación al cambio climático. El mismo contó con la participación de las organizaciones asociadas y de los productores a los que fue dirigida la iniciativa.
Por último, se desarrolló una estrategia de sustentabilidad que incluyó la generación de los acuerdos necesarios, a nivel institucional y comunitario, a fin de que las medidas puedan sostenerse más allá del cierre del proyecto.