La Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) y la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (ACOVI) decidió abordar uno de los mayores problemas de los casi 4 mil pequeños y medianos productores vitivinícolas: la continuidad familiar en el sistema por las irregularidades legales sucesorias que presentan sus propiedades.

Esta iniciativa fue aprobada en la Tercera Convocatoria del Programa de Cooperativismo y Economía Social en la Universidad, del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación y tuvo como objetivo realizar un diagnóstico sobre la situación de dominio de las tierras de los productores y socios de cooperativas vitivinícolas de la provincia de Mendoza, con el fin de informar, capacitar y asistirlos en la prevención o solución de problemas sucesorios. En el relevamiento efectuado, identificaron distintas situaciones que dificultaban la herencia de sus tierras, como por ejemplo, que el escaso tamaño de la finca no permite que se pueda dividir entre los descendientes, lo que provoca que las familias dejen de producir y se provoque un desarraigo; o que las deudas de las fincas al Estado provincial por el servicio de irrigación en ocasiones equivale al mismo valor de la propiedad.

Con el propósito de continuar el proyecto, el decano de la facultad de derecho de UNCuyo, Fernando Pérez Lasala y dos integrantes de ACOVI, se reunieron con la coordinadora del Programa de Cooperativismo y Economía Social en la Universidad, María Estela Lauritto. En el encuentro, decidieron comenzar a trabajar en la elaboración de un proyecto de ley que contemple la situación sucesoria de ese colectivo. “Esta segunda parte buscará la aprobación de una normativa excepcional del régimen sucesorio para pequeños productores”, explica Lauritto.

Desde el 2013, el Programa de Cooperativismo y Economía Social en la Universidad financia este tipo de proyectos con el objetivo de fortalecer el vínculo entre las universidades y las entidades de la economía social e impulsar su desarrollo, innovación y promoción.