En Misiones mejoraron el acceso al agua y la energía para la comunidad de pueblos originarios de Yvira Poty
Se tendió una red eléctrica y de agua segura que beneficiará a 18 familias de agricultores de la zona de Puerto Rico.
La Secretaría de Gobierno de Agroindustria, a través de la asistencia de técnicos de la delegación de la Secretaría de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial en la provincia de Misiones junto al INTA, llevaron adelante el Proyecto Especial de ProHuerta, con el acompañamiento del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación para mejorar las condiciones de abastecimiento de agua potable y de energía eléctrica para estos pequeños productores familiares de la comunidad de Guapoy Poty, que se encuentran establecidos en la Reserva Municipal Monte Seguin.
"Los técnicos de Agroindustria y los agentes del municipio de Puerto Rico, colaboraron para que las familias de agricultores familiares que viven de la venta de productos artesanales y de los cultivos de maíz, choclo, zapallo y mandioca, puedan desarrollarse aprovechando al acceso a la energía eléctrica superando la histórica la falta de condiciones necesarias para proveer el riego en sus predios de 19 hectáreas", indicó el secretario de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial, Santiago Hardie, al destacar que "gracias a nuestro trabajo coordinado entre las distintas áreas de la Secretaría de Gobierno de Agroindustria y las fuerzas locales, hoy las familias acceden a agua segura para consumo humano y riego, teniendo mejores herramientas para afrontar las frecuentes sequías que afectaban su producción, favoreciendo nuestro trabajo mejores condiciones para el arraigo y desarrollo rural".
Para paliar esas demandas se tendió una red de energía eléctrica de 1250 metros, gracias a la cual la comunidad cuenta hoy con electricidad para la iluminación y la conservación de sus alimentos, entre otros servicios. Asimismo se perforó un pozo de 91 metros de profundidad, se instaló una torre de agua, dos tanques y la red de distribución de agua segura para las viviendas.
La ejecución del proyecto permitió avanzar en mejoras para la producción agrícola. Las familias adquirieron infraestructura y herramientas para sus quintas, se prepararon siete huertas familiares de 100 m2 cada una, de uso individual o compartido, y se plantaron frutales en un área de uso comunitario.
La comunidad logró avanzar así en soluciones concretas a sus necesidades, que apuestan a sostener por medio de la organización comunitaria, con capacitaciones constantes sobre el uso del agua y el manejo ecológico de sus cultivos.