A la vanguardia de la remediación y el cuidado del ambiente
Como parte de su política ambiental, la Comisión Nacional de Energía Atómica trabaja en la remediación ambiental de aquellos lugares donde se desarrollaron actividades de la minería del uranio, según lo dicta la Ley N° 25.018 de Régimen de Gestión de Residuos Radiactivos (1998).
A través del Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio (PRAMU), la CNEA trabaja para garantizar la protección del ambiente y de las generaciones presentes y futuras.
Debe cumplir con los requerimientos técnicos de la Autoridad Regulatoria Nuclear, que tiene la responsabilidad de fiscalizar y controlar la seguridad radiológica y nuclear a nivel nacional y presentar los Estudios de Impacto Ambiental (EIAs) a las autoridades de aplicación locales correspondientes para su evaluación y posterior control.
En la ciudad de Malargüe, provincia de Mendoza, se encuentra el primer sitio de actividades extractivas del uranio restituido de Latinoamérica.
Con presencia en 6 provincias de la Argentina: Mendoza, Córdoba, San Luis, La Rioja, Salta y Chubut, el PRAMU efectúa una amplia caracterización y control ambiental. Además, realiza la ingeniería de remediación de los pasivos ambientales de acuerdo a las características de cada Sitio.
Remediación del Complejo Minero Fabril San Rafael
Por otra parte, la CNEA trabaja en la remediación ambiental del Complejo Minero Fabril San Rafael, que representa el mayor depósito de uranio de la Argentina conocido hasta la actualidad.
Como resultado de las actividades minero-fabriles desarrolladas allí durante 22 años y produjeron 1600 toneladas - aproximadamente un 20% del recurso total estimado- de materia prima para la fabricación de los combustibles nucleares argentinos, se generaron pasivos ambientales que son monitoreados bajo un estricto control ambiental.
La gestión del sitio comenzó a prepararse luego de la presentación del proyecto en Audiencia Pública en 2019, año en que la provincia de Mendoza emitió la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) –Res. 259/19– y habilitó a la CNEA a comenzar con las tareas.