“La oralidad es fundamental para la modernización de la Justicia”
Javier Wajntraub destacó que en las provincias en las que se implementó la oralidad se verifica el acortamiento de plazos procesales y una mejora en la calidad del servicio de justicia.
“La oralidad le aporta transparencia al sistema, porque la gente ve que se toma en cuenta su testimonio para tomar una decisión por parte del juez”, dice Javier Wajntraub, director nacional de Modernización Judicial. Se refiere a la importancia de la oralidad y de las reformas de los fueros no penales. Para el funcionario del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, la incorporación de herramientas modernas “impactan concretamente en la calidad, la celeridad y transparencia del servicio de Justicia”.
-¿Por qué es necesaria la reforma de la justicia civil de manera integral?
-Es fundamental encarar la reforma de los códigos no penales. Es el servicio de Justicia con el cual los ciudadanos se vinculan. La experiencia de percepción de justicia muchas veces tiene que ver con los casos penales, porque son los que mediáticamente tienen más repercusión. Pero cuando el ciudadano se vincula con el sistema de justicia lo hace a través de los fueros no penales, porque tiene una causa laboral, un trámite sucesorio, una cuestión de divorcio o un accidente de tránsito, entre otras temáticas. Hoy este sistema de justicia funciona más parecido a lo que era el siglo XIX, pero en una sociedad que ha cambiado.
-¿Cuáles son los cambios que se encararon?
-Creemos que sin la incorporación de herramientas modernas que impactan concretamente, no solo en la calidad sino en la celeridad y transparencia del servicio de Justicia, hoy no se puede seguir. Por eso encaramos proyectos que tienen que ver con la oralidad, la digitalización de los expedientes, con la posibilidad de incorporar tecnología a las instancias de resolución de conflictos alternativas. Y también en lo previo al ingreso del sistema de justicia: lo que tiene que ver con repensar el modelo de organización, que están más vinculados a sociedades de hace 150 años que con las que nos toca vivir.
-¿Cuál es el papel de la oralidad?
-Es central. Lo entendemos como un módulo fundamental para la modernización de la Justicia. Abrevia enormemente los plazos. Uno en una audiencia resuelve un montón de cuestiones que, en el sistema que actualmente rige en todo el país, requiere mucho tiempo y tramitación. Además le aporta transparencia al sistema, porque la gente ve que se la tiene en cuenta para tomar una decisión por parte de los jueces. Además le ve la cara al magistrado. A su vez, éste puede tener su propia impresión sobre los actores y se evitan muchas cuestiones como las chicanas judiciales, porque el que tiene que expresarse en una audiencia tiene que hacerlo a viva voz. Es difícil evadirse de cuestiones que, escondidos tras el papel o el expediente escrito, son más fáciles de realizar.
-¿Cómo incide entonces la aplicación de la oralidad de la justicia civil, sin aplicar modificaciones normativas?
-Desde Modernización Judicial tenemos una dirección de apoyo a las justicias provinciales. Trabajamos en promover y asistir, desde el punto de vista económico y técnico, a las provincias en la medida que existan iniciativas que coincidan con nuestro lineamiento y se refieran a impactar con cambios concretos. La oralidad es uno de esos modos y nosotros nos apoyamos transversalmente en diferentes áreas del ministerio. Justicia 2020 ha trabajado y liderado magníficamente la tarea de la oralidad.
–¿Qué señalan las estadísticas?
-Los números están a la vista: en las provincias en las cuales se ha implementado la oralidad podemos ver este acortamiento de plazos, esta transparencia, lo que redunda en la calidad del servicio de justicia. Es cierto que en la mayoría de las provincias donde se trabajó la oralidad no fueron necesarios cambios normativos, sino que se pudieron trabajar pequeñas adaptaciones instrumentales en el marco de los Códigos de procedimientos vigentes.
-¿Cómo viene el anteproyecto de Código Procesal Civil y Comercial?
-Está en proceso. Es una comisión de trabajo que se administra y se lidera desde el programa Justicia 2020. Nosotros, como área del ministerio relacionada con iniciativas en materia de Derecho Privado, tenemos un rol importante de apoyo y acompañamiento. Lógicamente, los juristas que integran esta comisión están trabajando con herramientas absolutamente modernas en sintonía con estos lineamientos.
-¿Cuál es el objetivo de la modernización judicial?
-Tiene que ver con mejorar la vida de los ciudadanos. Transformar el servicio de justicia tiene un impacto directo en ese objetivo, en ese sueño en el que todos los que integramos el gobierno nacional tenemos como expectativa y horizonte de trabajo.