Con el objetivo de fortalecer el abordaje de las adicciones en la comunidad penitenciaria, el titular de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR), Roberto Moro, y el ministro de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, firmaron esta mañana un convenio marco de cooperación y asistencia para realizar capacitaciones sobre tratamiento, reinserción socio-laboral y prevención del consumo problemático de sustancias psicoactivas.

Durante el acto, que se llevó a cabo en la sede de esta Secretaría de Estado, Moro resaltó: “Estamos convencidos que para tratar esta problemática en forma integral, debemos hacerlo trabajando en conjunto con las provincias y los municipios”. Y agregó: “A partir de esta articulación con el Ministerio de Justicia bonaerense, vamos a fortalecer la formación en materia de abordaje de adicciones en la comunidad penitenciaria.”

Por su parte, el ministro Ferrari sostuvo: “El universo de personas privadas de libertad cuenta en su mayoría con antecedentes de consumo de drogas o alcohol, por lo que junto a la gobernadora, María Eugenia Vidal, impulsamos el fortalecimiento de equipos, la capacitación de los promotores de salud y el trabajo en red, lo que nos posibilitará obtener herramientas y conocimientos sobre la problemática”.

De esa manera, los organismos articularán acciones para formar en materia de tratamiento, reintegración socio-laboral y prevención de adicciones a los equipos profesionales del Servicio Penitenciario y de la Dirección Provincial de Salud Penitenciaria, y a otros trabajadores que desempeñen funciones en la administración pública.

Asimismo, este acuerdo intergubernamental tiene como objetivo el diseño de planes y programas para el abordaje de las adicciones en la comunidad penitenciaria; y la elaboración de políticas y estrategias para la prevención y capacitación sobre el uso indebido de drogas.

En ese sentido, esta Secretaría de Estado promueve y fortalece espacios de participación e inclusión para la prevención de las adicciones y la reducción de riesgos y daños en contextos de encierro, dado el alto porcentaje de personas que se encuentran privadas de su libertad y atraviesan un consumo problemático de sustancias psicoactivas.