Desde la vejez, movemos el mundo
Micro audiovisual | 2021
En esta pieza audiovisual realizada por el PAMI, mujeres adultas nos hablan de la importancia de visibilizar el aporte de las mayores y su diversidad en el movimiento y la transformación del mundo.
El viejismo es una forma de discriminación a las personas mayores. Daña, estereotipa y excluye a las personas con base en la edad. De esta forma se omite el aporte que las personas mayores realizan en nuestras comunidades.
El viejismo tiene entre sus premisas la idea de que las personas mayores, una vez que salen del mercado laboral, se aíslan y se “retiran” de la vida social. En este sentido el viejismo es funcional a la idea de productividad y creación de valor. Sin embargo, tanto las mujeres mayores como las personas LGBTIQ+ han sido y son parte activa en la construcción de la sociedad más justa y solidaria mediante la realización de trabajo remunerado y del no remunerado.
En efecto, muchas de ellas siguen siendo trabajadoras formales e informales; otras, jubiladas y pensionadas, continúan aportando a sus familias y la comunidad de diversas formas. Están ahí no solo brindando cuidados a sus amigas, a sus parejas, a sus familiares, sino también en las ollas populares, en las luchas por los derechos de las más jóvenes o brindando consejos y apoyo cuando lo necesitan.
Ellas mantienen viva la memoria de las injusticias históricas y las luchas por erradicarlas. Invisibilizarlo constituye una violencia simbólica basada en el género y la vejez.
Las mujeres y personas LGBTIQ+ mayores siempre trabajamos y lo seguimos haciendo.
Y cuando lo hacemos, movemos el mundo.