Información actualizada en diciembre de 2024

Creados tanto por empresas como por usuarios de redes sociales, los desafíos virales son contenidos de rápido alcance masivo en las plataformas digitales donde los niños y adolescentes los realizan para sumar popularidad, reconocimiento social e interacción entre ellos.

Estos desafíos virales se propagan principalmente en redes sociales como TikTok, Instagram y Snapchat. También circulan en grupos de chat de WhatsApp, Telegram y Messenger al mismo tiempo que se difunden en foros y plataformas de streaming como YouTube. Así aumentan los accesos a estas empresas que recaban datos de los usuarios para personalizar las publicidades y amoldarlas a sus gustos e intereses.

Los desafíos adquieren mayor difusión cuanto más sencillo resulta participar de este reto. Existen otros factores como la originalidad e impacto emocional. Su alcance se extiende aún más cuando son promocionados por influencers y celebridades.

Un pasatiempo tan entretenido como peligroso

Algunos retos virales son divertidos, otros difunden causas benéficas o impulsan la creatividad artística o la actividad física. Por ejemplo, quienes participan del Draw This In Your Style Challenge deben reinterpretar una ilustración en su propio estilo. En el Ice Bucket Challenge hay que tirarse un balde de agua helada en la cabeza para concientizar sobre la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica). Millones de fotos de la ceremonia del mate forman parte del Mate Challenge. En materia escolar se resuelven problemas aritméticos en el Desafío Matemático Challenge.

Sin embargo, otros desafíos implican riesgos para la salud y seguridad de los niños y adolescentes porque su participación responde a la presión social o a la necesidad de ser aceptados por sus pares.

Estos retos consisten en superar pruebas peligrosas, como contener la respiración el mayor tiempo posible (Blackout Challenge), rociarse el cuerpo con alcohol y prenderse fuego para luego intentar extinguir las llamas lanzándose a una pileta o bañera (Fire Challenge), o ingerir cápsulas de detergente (Tide Pod Challenge).

Prevención y cuidado

Padres y docentes deben trabajar juntos para monitorear, guiar y ofrecer alternativas saludables que mantengan a los menores alejados de los desafíos digitales peligrosos.

En el hogar habrá que implementar herramientas de controles parentales y una supervisión activa para saber qué hacen los niños en las redes. Hay que prevenir para evitar consecuencias no deseadas. Trabajar con otras familias y ofrecer alternativas de entretenimiento sano son efectivas estrategias de intervención.

En la escuela, los docentes deben estar atentos a conversaciones y comportamientos de sus alumnos para saber si participan en desafíos peligrosos. Los maestros deben informar a los padres de sus estudiantes advirtiéndoles de los retos virales para monitorearlos tanto en la escuela como en el hogar.

Material elaborado con la colaboración de la Dirección Nacional de Formación en Derechos Humanos de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia