La comunicación da acceso a derechos, concientiza, fortalece la gestión, inspira, promueve valores, difunde nuevos servicios, acompaña políticas públicas y dinamiza la economía.
A través de las nuevas formas de intercambio de información entre las personas podemos revalorizar lo público, reducir la brecha de conocimiento y consolidar la identidad nacional.
Es, a su vez, un derecho indispensable para el ejercicio pleno de la ciudadanía, un servicio que debe ser resguardado desde el Estado y un hecho cultural que atraviesa nuestra vida en comunidad.