Presidencia de la Nación

Institucional - Contenidos Públicos S.E


¿Qué hacemos?

  • Somos canales educativos que enseñamos, informamos, entretenemos e interpelamos críticamente a la sociedad. La historia, la ciencia, el deporte, la geografía, la salud, la naturaleza, el cine, el arte, la música, la literatura. Nada de lo humano nos es ajeno y lo hacemos propio sabiendo que el lenguaje televisivo implica articular contenidos y formatos con una propuesta narrativa y estética atractiva e innovadora.

  • Somos federales. El campo y la ciudad, la periferia y el centro, el Norte y el Sur, Buenos Aires y las provincias: buscamos superar estas antinomias históricas poniendo al aire todos los paisajes, todas las tonadas. De Ushuaia a La Quiaca, sin olvidarnos de las Islas Malvinas.

  • Brindamos un servicio. Nuestras señales ofrecen un servicio de comunicación audiovisual. En este sentido, si bien una de nuestras misiones es entretener y enseñar, nuestros objetivos están más cerca de la educación y la salud que de la televisión como negocio o mero entretenimiento.

  • Aportamos al desarrollo de la industria audiovisual. En una década creamos alrededor de 25.000 puestos de trabajo y desarrollamos una forma de producción que permitió que Pymes, Universidades y centros audiovisuales del Estado formen parte de las industrias culturales nacionales.

  • Hacemos producciones de calidad. Nuestros programas tienen estándares altos de calidad en los aspectos técnicos, artísticos y de contenido. Por eso nuestras producciones son competitivas, tanto en el mercado nacional como internacional, y han obtenido premios y nominaciones en todo el mundo.

  • Contribuimos a ampliar el imaginario nacional. El documentalista Patricio Guzmán dice que un país sin cine documental es “como una familia sin álbum de fotos”. Produjimos cientos de imágenes novedosas para enriquecer el “álbum de fotos” del país. Tenemos una mirada amplia sobre la cultura: alta, baja, popular, masiva, elitista. Las clasificaciones apresuradas no forman parte de nuestra programación, que recorre sin prejuicios el arco que va, por poner un ejemplo, de la cumbia villera a la opera.

  • Hacemos producciones para la escuela y, a la vez, pensamos la escuela. Qué enseñar y cómo enseñar son las preguntas claves de toda pedagogía. Hicimos estas preguntas y sumamos otras: cómo narrar y cómo mostrar contenidos para contribuir a la enseñanza no solo en las aulas, sino también en otros espacios públicos como festivales, museos, ferias, sitios web.

  • Le hablamos a un pueblo múltiple, diverso, siempre en transformación. Mujeres, varones, niños, niñas, jóvenes, adultos, ancianos, trabajadores, desocupados, estudiantes, heterosexuales, homosexuales, transexuales, pueblos originarios, afros, personas con discapacidad, argentinos, extranjeros. La pluralidad de voces está contemplada en nuestras pantallas y aquellas que aún no estén, pueden exigirlo.

  • Estamos comprometidos con los Derechos Humanos. Estar ubicados en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA), donde funcionó un Centro Clandestino de Detención, no es un dato meramente geográfico, sino que implica un compromiso con los derechos humanos en varios sentidos: con la memoria, a través de la revisión del pasado reciente; con la comunicación entendida como derecho humano; con los derechos de los niños/as y adolescentes; y con el cumplimiento y la ampliación de los derechos humanos en el presente.

  • Dialogamos con la región latinoamericana y con el mundo. Mediante acuerdos de cooperación, intercambio y coproducción estamos en contacto con otras televisoras y productoras de diferentes países. Alojamos los mejores contenidos educativos internacionales y, a la vez, exportamos los propios para enriquecer las pantallas de otros países. De esta manera, además, mostramos en el exterior nuestra visión del mundo.

  • Trabajamos en pos de la convergencia tecnológica. Las plataformas virtuales nos brindan múltiples posibilidades: experimentar con nuevos formatos, ampliar y dinamizar el diálogo con las audiencias y brindar otras herramientas para trabajar en el aula.

  • Estamos reinventando las definiciones sobre la televisión pública. El desarrollo de nuestras experiencias, ancladas en contextos históricos novedosos, está contribuyendo a ampliar las discusiones sobre los medios públicos: cómo debe ser la relación con los Estados, los gobiernos y los mercados; cuáles deben ser las formas de financiamiento; cómo pensar la tensión entre contenidos educativos y masivos; cómo interpelar a audiencias cada vez más amplias; cómo adecuar los parámetros de la administración pública a los tiempos de las producciones audiovisuales.

  • Propiciamos la transparencia en el uso de los fondos públicos. Vivimos en un tiempo donde el Estado volvió a ser garante de los derechos, de ahí nuestra plena dedicación a hacer un uso responsable de los fondos públicos.

  • Nuestros contenidos se realizan a través de un mecanismo específico: la producción delegada. Bajo la coordinación de nuestros canales, las productoras, las universidades y otros espacios generan los contenidos audiovisuales. Así, el Estado no cede su lugar de constructor de relatos, sino que lo enriquece sumando otras voces.

  • Nuestros contenidos están elaborados rigurosamente por los especialistas más destacados en cada área. Uno de nuestros hallazgos fue convocar a académicos y científicos a producir contenidos minuciosos para después traducirlos al lenguaje audiovisual.

  • Trabajamos por una programación accesible para las personas con discapacidad. La accesibilidad de los contenidos es uno de nuestros desafíos ya que propiciamos una comunicación inclusiva. Equipos de especialistas adaptan nuestras propuestas para las personas con discapacidad visual y auditiva.

  • Apostamos a la experimentación estética. Buscamos continuamente formatos que habiliten nuevos modos de mirar para “desautomatizar” las formas de consumo audiovisual. Consideramos que el disfrute y la búsqueda de belleza pueden ir de la mano de la formación de televidentes que sean críticos de las imágenes y los medios de comunicación.

  • Hablamos el idioma de los argentinos. La programación que se compra en el exterior y requiere doblaje o subtitulado elude el llamado “neutro”. En nuestras pantallas los chicos comen “torta” y no “pasteles”; los “autos se estacionan” y no “se aparcan”.

  • Buscamos fortalecer la identidad colectiva a partir de reconocernos en un pasado común. Nuestros canales fueron testigos y protagonistas del creciente interés de la sociedad por la historia. La creación de Zamba, a esta altura una marca de nuestros espacios, es tal vez el mejor ejemplo de cómo una narración desprejuiciada puede acercarnos a la historia nacional.

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