Presidencia de la Nación

"Mi estimada amiga". Carta de Sarmiento a Mary Mann

Laura Rodriguez analiza una carta entre Domingo F. Sarmiento y Mary Mann


Laura Graciela Rodríguez

Doctora en Antropología Social (CONICET/IdIHCS/UNLP)

Esta importante colección documental “Biblioteca Nacional” del Archivo General de la Nación que conserva la correspondencia entre Sarmiento y la norteamericana Mary T. P. Mann, resulta un fondo muy relevante para los/as investigadores/as interesados en la historia de la educación, pero también en cuestiones más generales del período, ya que se tratan temas como la figura de Justo J. de Urquiza y la batalla de Pavón, la Guerra del Paraguay y la muerte de Dominguito, su candidatura a la presidencia, sus primeras medidas de gobierno y su libro Facundo, entre otros. Son 156 cartas escritas entre 1865 y 1884 en español e inglés, que fueron adquiridas en 1933 por el gobierno argentino.

De todo este corpus, hemos seleccionado una de ellas, escrita por Sarmiento siendo presidente el 12 de noviembre de 1869, a Mary Mann (1806-1887), contándole que por fin había llegado a Buenos Aires la maestra Mary Elizabeth Gorman, la primera norteamericana de los/as 65 que vendrían. Sarmiento y Mary Mann se habían conocido personalmente años atrás, cuando éste había sido enviado a Europa por el gobierno de Chile en 1845, para investigar los sistemas educativos extranjeros. Estando en Inglaterra leyó un informe del funcionario norteamericano Horace Mann, impulsor de las Escuelas Normales en su país, que lo dejó muy impresionado. Decidió entonces ir a los Estados Unidos, principalmente para visitarlo, y en 1847 pasó dos días en la casa de Horace en Massachusetts, donde conoció a su esposa Mary, también educadora.


Carta de Domingo Sarmiento a Mary Mann, 12 de noviembre de 1869. Archivo General de la Nación, Biblioteca Nacional. Colección de Documentos Históricos, AR-AGN-BIN01-766.

Entre 1865 y 1868 Sarmiento estuvo viviendo en Estados Unidos como ministro del presidente Mitre, participó de los homenajes que le hicieron a Horace Mann – fallecido un tiempo antes- y le escribió la primera carta a Mary Mann ese primer año, para retomar el contacto, comenzando un intercambio epistolar que duraría casi veinte años. Como señala Velleman (2005), la correspondencia entre la señora Mann y Sarmiento retrata las culturas políticas, sociales y educativas de dos naciones durante la segunda mitad del siglo diecinueve. En Sarmiento, Mary halló un discípulo de su difunto esposo y Sarmiento encontró en Mann, además de una traductora al inglés de su libro Facundo, una propagandista activa y entusiasta, que lo ayudó a seleccionar a maestras y maestros de su país, interesados en viajar a la Argentina a ejercer la docencia durante tres años como mínimo.

Como había señalado, esta carta que nos ocupa es sobre la primera maestra norteamericana, Mary Elizabeth Gorman, que vino a la Argentina en 1869 por sugerencia de Mary Mann, para ir a trabajar a la provincia de San Juan a la “Escuela Sarmiento”, una primaria de seis grados que se había inaugurado en 1865. En la carta, Sarmiento le anunciaba a Mann que finalmente había llegado Gorman a Buenos Aires – la estaba esperando desde hacía meses- pero sus amigos extranjeros, alemanes y norteamericanos que la habían visitado, no dejaban de “hacerle una pintura abominable del interior de la República”, lo que había dado como resultado que estuviera “poco dispuesta a ir a San Juan por ahora”. El educador estaba seguro “en quince días” se habrían disipado estas dudas y la maestra seguiría “su camino con gusto”. Le prometía, además, que, al ser una mujer joven, sería “más cuidadoso de Miss Gorman que de mis hermanas”.

Luego le relataba todo lo que había invertido la provincia de San Juan en escuelas y que solo se necesitaba que fuese Miss Gorman a abrirlas, aunque faltaba fundar una Normal. Más adelante se refería a la situación de atraso en la que se encontraba la educación en la provincia de Santiago del Estero, y se quejaba de las grandes sumas de dinero que insumía la guerra del Paraguay. Finalizaba diciéndole que adjuntaba una carta para el astrónomo norteamericano Benjamin A. Gould, quien sería designado ese año por Sarmiento como director del Observatorio Nacional Argentino de Córdoba.

En las siguientes cartas, las referencias a Gorman desaparecen de la correspondencia entre Sarmiento y Mary Mann. ¿Qué ocurrió con la maestra? Como nunca quiso trasladarse a San Juan por el peligro que suponía el viaje, Sarmiento se desentendió de su situación. Sola y sin trabajo, Gorman acudió a Juana Manso por sugerencia de Mary Mann, con quien también se escribía, para que la ayudara a conseguir un puesto en Buenos Aires. Por razones políticas, el gobierno nunca le pagó el sueldo y decidió renunciar. Al poco tiempo llegaron tres norteamericanas más – que tampoco quisieron ir a San Juan- con las que fundó un Jardín de Infantes. Durante la fiebre amarilla una de ellas falleció y las otras dos decidieron volverse a su país. En 1873 Gorman se casó en Argentina con un estanciero inglés y se retiró de la docencia. Mary Mann, años después, seguía sintiéndose culpable porque estas “jóvenes señoritas” que ella le había recomendado, nunca cumplieron con su compromiso de trasladarse a la provincia del sanjuanino.

Bibliografía

  • Houston Luiggi, Alice (1959), Sesenta y cinco valientes. Buenos Aires: Ágora.

  • Velleman, Barry L. (2005), Mi estimado señor. Cartas de Mary Mann a Sarmiento (1865-1881). Buenos Aires: Victoria Ocampo.

Para Inspiraciones: pensamientos desde archivos. Bicentenario del Archivo General de la Nación.


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