Se ubica en el noreste de la provincia de Santa Fe, a 15 kilómetros de la ciudad de Reconquista, y es administrada por la III Brigada Aérea de la Fuerza Aérea Argentina, que realiza allá la parte práctica del curso de supervivencia destinado tanto al personal militar de la Fuerza Aérea como a personal civil interesado.

Posee 2.000 hectáreas pertenecientes a la ecorregión Delta e Islas del Paraná, que forman parte del Paraná Medio y están incluidas en el Sitio Ramsar Jaaukanigás. Este último es uno de los 14 humedales de relevancia internacional en el país y el área santafesina de mayor biodiversidad, con 492.000 hectáreas que integran el núcleo de protección efectiva junto con la Reserva Provincial Virá Pitá (615 ha), el Parque Provincial Del Medio - Los Caballos (2.050 ha) y la Reserva Provincial de Uso Múltiple Campo Salas (9.897 ha).

En su superficie incluye especies amenazadas como el lobito de río y la serpiente curiyú, vistosas congregaciones de aves acuáticas y una de las poblaciones australes del carayá o mono aullador.

Situado en el valle de inundación del Paraná Medio, El Tala es una de las tantas islas que forman parte de un intrincado paisaje que incluye además del curso principal del Paraná, múltiples riachos, arroyos, bañados, madrejones y esteros. Sobre los albardones, algo más elevados, se desarrollan la selva en galería, pastizales y pajonales; todo modelado una y otra vez por los sucesivos pulsos de inundación del gran río. Ceibales y sauzales son parte indisoluble de estos ambientes, junto con especies típicas de la selva en galería. Se pueden encontrar ejemplares de ambay (Cecropia adenopus) y cañaverales de picanilla (Bambusa paraguayana).

Los listados preliminares dan cuenta de la presencia de al menos 17 especies de peces, que incluyen al bagre chaleco (Pimelodus ornatus), considerada rara en Argentina; 8 especies de anfibios; 12 de reptiles, entre los que figura la curiyú (Eunectes notaeus), especie categorizada como vulnerable; 128 especies de aves y 8 de mamíferos. Este último grupo incluye al lobito de río (Lontra longicaudis), en peligro a nivel nacional, y a dos especies consideradas vulnerables: el aguará popé (Procyon cancrivorus) y el mono aullador negro o carayá (Aloutta caraya), que en esta zona encuentra su límite austral de dispersión.

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