Mediante las obras del Programa Casa Propia – Construir Futuro, a cargo de la de la Secretaría de Desarrollo Territorial, Hábitat y Vivienda, se propone reducir el déficit habitacional, garantizar el derecho a la vivienda y promover su acceso igualitario.
En el marco del abordaje federal que propone la Secretaría de Hábitat se trabaja en esta línea con sistemas genéricos que puedan ser apropiados y adaptados según las condiciones locales de cada intervención, respetando distintos modos de habitar, características socio-productivas, condiciones climáticas y normativas.
Se tienen en cuenta factores como la densificación, tomando como aspecto fundamental el uso racional del suelo, ya que se trata de un bien escaso no renovable. Además, los proyectos responden a los conceptos de “adaptabilidad”, presentando interiores que puedan ser modificados por sus habitantes mediante obras sencillas; y de “incrementalidad”, permitiendo ampliaciones en los prototipos a desarrollar.
Esta iniciativa del Estado Nacional contempla además características especiales derivadas de necesidades específicas de la perspectiva de género, de los y las adultas mayores y del hábitat rural. Tiene en cuenta asimismo criterios de sustentabilidad, forestación y la incorporación de nuevas tecnologías aplicadas a los sistemas constructivos.
Finalmente, busca erradicar el concepto peyorativo y despectivo -habitualmente utilizado- de “vivienda social”, que induce a la estigmatización de quienes las habitan. En cambio, se parte de la visión de que toda vivienda (sea producida por el mercado o gestionada por el Estado) debe ser digna, ofrecer posibilidades de crecimiento, incentivar el arraigo y garantizar sustentabilidad en función del lugar donde uno trabaja.
Así, se espera que esta política pública, mediante este tipo de intervenciones y sus aplicaciones sucesivas, tiendan a revertir los procesos de ciudad dispersa y de fragmentación socio-urbana.
