La modificación de la Ley de Economía del Conocimiento (Ley N° 27.570 - B.O. 7/10/2020) incorporó la perspectiva de género con el objetivo de reducir las brechas que existen actualmente.
Se estima que en 2021, las mujeres ocuparon sólo el 30% de los empleos en la industria del software en Argentina.

Mediante la sanción de la Ley N° 27.570 (B.O. 7/10/2020), se modificó la Ley de Economía del Conocimiento, que apunta a promover nuevas tecnologías, generar valor agregado, fomentar el empleo de calidad, facilitar el desarrollo de MiPyMEs y aumentar las exportaciones de las empresas que se dediquen a servicios basados en el conocimiento.

Se trata de un sector que ofrece empleo de calidad y salarios elevados (en 2021 la remuneración anual promedio del sector se ubicó 26,5% por encima del salario promedio de la economía). Si bien es un área que se encuentra en expansión y que es importante promover por su potencial exportador, a través de la política tributaria es posible generar incentivos para que su crecimiento sea equitativo y se distribuyan los beneficios entre hombres, mujeres y disidencias en partes iguales.

Actualmente, sólo dos segmentos de los servicios basados en conocimiento (SBC) poseen una proporción mayor de mujeres, el resto se encuentran principalmente compuestos por hombres. En particular, en las actividades cinematográficas sólo el 8% empleado son mujeres, en publicidad e investigación de mercado sólo el 14%, y en Software y Servicios Informáticos (SSI) el 20%. Sobre este último, preocupa particularmente la brecha de género, ya que es el subsector mejor pago de los SBC, con una retribución que en 2021 fue 83,7% superior a la media de la economía.

Porcentaje de ocupados hombres y mujeres, por subsector de SBC (2°Trimestre 2021)

Fuente: OEC con datos de EPH

En este contexto, la Ley de Economía del Conocimiento otorga un bono para pagar impuestos nacionales que será equivalente al 70% de las contribuciones patronales del personal dedicado a las actividades que se pretenden promover. En la búsqueda por reducir las brechas de género que existen actualmente, la Ley incorpora la perspectiva de género y este porcentaje se elevará al 80% en el caso de que las empresas involucradas contraten a mujeres y/o disidencias, personas con posgrado en ingeniería, ciencias exactas o naturales, personas con discapacidad, residentes de zonas desfavorables o de menor desarrollo relativo y beneficiarios de planes sociales.