Presidencia de la Nación

Natalia Manini: “Tenemos el enorme desafío de llegar con alimentos sanos, nutritivos y agroecológicos, a la mayor cantidad de población posible”

Así lo aseguró la referente de la Unión de Trabajadores Rurales sin Tierra (UST) de Mendoza dedicados a la producción agroecológica, desde la semilla hasta la comercialización.


“Nosotros tenemos el enorme desafío como organización que produce alimentos de llegar con nuestros alimentos que son sanos, que son nutritivos, que son agroecológicos a la mayor cantidad de población posible”, cuenta Natalia Manini, una de las referentes de la Unión de Trabajadores Rurales sin Tierra (UST) convencida de que el camino de la producción agroecológica es la llave no solo para una alimentación saludable, sino también para generar trabajo.

Vale destacar que dentro de la UST conviven trabajadores rurales, campesinos, campesinas, pequeños agricultores y pueblos originarios de distintas comunidades de la región de Cuyo que forma parte del Movimiento Nacional Campesino Indígena y que articulan con movimientos y organizaciones sociales como la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT).

En este sentido, Natalia cuenta: “La UST nace en 2001, fruto de la crisis, y es una organización campesina originalmente integrada por obreros rurales donde hemos desarrollado sistemas productivos campesinos que incluyen la producción de alimentos en todas sus líneas, desde la producción de semillas hasta la comercialización”.

“Hemos trabajado firmemente en la producción agroecológica y actualmente con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación tenemos varios proyectos que tienen que ver con la producción y comercialización de alimentos. Venimos trabajando con el programa Sembrar Soberanía Alimentaria, que nos ha permitido incorporar maquinarias de uso transversal para muchos productores y productoras, y mejorar la comercialización”, explica Natalia a la vez que asegura que el objetivo es integrar a los campesinos y campesinas a un sistema o a una cadena de valor que les permita quedarse con la mayor cantidad de la renta posible y que, a su vez, el producto final llegue al consumidor a un valor que sea accesible.

Cabe destacar que la producción de alimentos a la que se dedican incluye: tomates, dulce de alcayota y néctar de durazno y pera; que los comercializan en distintos espacios de Cuyo y que llegan a todo el país a través del vínculo con otras organizaciones de la Agricultura Familiar y la Economía Popular.

Cuando el Estado Nacional está presente los actores sociales se incentivan para mejorar las condiciones de quienes representan. Y Natalia se entusiasma: “Además del Programa Sembrar Soberanía Alimentaria, con el Ministerio tenemos proyectos vinculados a la Comisión Nacional de Microcréditos (CONAMI), para mejorar la economía social de nuestros compañeros”.

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