Presidencia de la Nación

Veteranas de Guerra


En virtud de la resolución 1438/12 se reconoce la labor desempeñada en el CONFLICTO ARMADO DEL ATLÁNTICO SUR A:

Pertenecientes al Ejército Argentino a:

Susana MAZZA (DNI: 12.084.006)
Silvia BARRERA (DNI: 12.966.767)
María Marta LEMME (DNI: 10.823.115)
Norma Etel NAVARRO (DNI: 11.552.952)
María Cecilia RICCHERI (DNI: 14.013.971)
María Angélica SENDES (DNI: 06.050.695)

Pertenecientes a la Armada Argentina a:

Mariana Florinda SONEIRA (DNI: 16.402.524)
Marta Beatriz GIMENEZ (DNI: 13.267.280)
Graciela Liliana GERONIMO (DNI: 13.625.192)
Doris Renee WEST (DNI: 709303)
Olga Graciela CACERES (DNI: 14.325.244)
Marcia Noemí MARCHESOTTI (DNI: 14.171.542)

Perteneciente a la Fuerza Aérea Argentina a:

María Liliana COLINO (DNI: 12.093.530)

Pertenecientes al Estado Mayor Conjunto a:

Maureen DOLAN (DNI: 2.573.879)
Silvia STOREY (DNI: 11.675.502)
Cristina María CORMACK (DNI: 14.593.457)

Silvia BARRERA


Nacida el 25 de Abril de 1959 en San Martín, Buenos Aires
23 años, Civil
Instrumentadora Quiúrgica del Hospital Gral. 601 Hospital Militar Central "Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich"
Especialización:Cirugía General, Oftalmo, Cardiología
Buque Hospital Almirante Irizar, Voluntaria

Cuando Silvia le contó a su padre que al día siguiente partía para Malvinas, el suboficial retirado salió corriendo a comprarle una cámara y varios rollos. “Quiero saber todo de las Islas” le dijo, mientras le enseñaba a su hija como atarse los botines con eficiencia castrense. Silvia se cortó la larga cabellera rubia, pensando que así sería mas práctico porque nada sabía sobre las necesidades que podrían surgir en las Islas. A pesar de la seguridad estricta y la profunda censura que existía en el país, Silvia Barrera logró traer al continente pruebas contundentes de la presencia de mujeres dentro del Teatro de Operaciones Atlántico Sur, a bordo del Buque Hospital AlimiranteIrizar. Logró atravesar la seguridad de ambas naciones escondiéndose algunos rollos en su ropa interior y la cámara, una Minolta Autopak llegó sana y salva con los registros de esos diez días que estuvieron a solos 600 metros de la costa de las Islas. Hoy, la voz de Silvia resuena en colegios e instituciones, portando la bandera de la Malvinización como su lucha personal que también comparte con otras Veteranas y Veteranos a lo largo y ancho del país. “Malvinas no puede ser olvidada. Debemos hablar ahora, que estamos vivas, porque cuando ya no lo estemos ya no habrá quien cuente las historias. Estamos vivas, y mientras vivamos, la memoria de Malvinas también lo estará”.

María Marta LEMME


Nacida el 05 de Abril de 1953, en San Isidro, Buenos Aires
29 años, Civil
Instrumentadora Quirúrgica del Hospital Gral. 601 Hospital Militar Central "Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich"
Especialización: Cirugía General
Buque Hospital Almirante Irízar, Voluntaria

De todas las Veteranas de Malvinas, Maria Marta es la más fácil de reconocer. Petisita, optimista y con lentes fotosensibles que se volvían negros ante el sol, mirando hacia el costado con esa actitud que mostraba, en las fotos que hizo Silvia Barrera, bastante más seguridad de la que realmente tenía encima. “Creo que todos nosotros hacemos patria, con nuestro trabajo, nuestros sentimientos, poniendo el hombro al trabajar. Y nosotras fuimos a Malvinas a trabajar. A ayudar a aquellos que estaban peleando por la Patria”.María Marta encierra en sí misma el legado de las mujeres que estuvieron codo a codo trabajando en la sanidad y con voz amable y el humor alegre que aun hoy recuerdan los heridos que fueron atendidos por ella. “Tuve tres grandes crecimientos en mi vida”, dice mientras mira las fotos de esa época: “Ir a la guerra, criar a mi hija y conocer el mundo. Tres formas distintas que, en tres momentos diferentes me hicieron crecer más rápido de lo que hubiera deseado, sin embargo, no reniego de mi experiencia: Soy quien soy porque es la vida que, en parte me tocó, y en parte elegí vivir”.

Norma Etel Navarro


Nacida el 12 de diciembre de 1954 en Palermo, Ciudad de Buenos Aires.
27 años
Instrumentadora Quirúrgica del Hospital Gral. 601 Hospital Militar Central "Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich"
Especialización: Cirugía General.
Buque Hospital Almirante Irizar, Voluntaria

“Era una escena dantesca”
Son las palabras con las que Etel rememora esa noche del 13 de Junio donde después de una larguísima cirugía, salió a cubierta del buque hospital Irizar, fondeado en la Bahía Groussac, frente a Puerto Argentino. La artillería argentina encendía el rostro de la instrumentadora, iluminado por el fuego cruzado de los que combatían por un archipiélago ubicado al sur del Sur y frente a sus ojos. El estallido de las bengalas mostraba brevemente sombras y luces de combate y muerte, con las voces de los heridos apagadas por el estruendo de los morteros.
La mirada de Norma, al principio pone distancia y hace sentir el peso de su silencio. Para el espectador nuevo, pareciera que pone una barrera, sin embargo, es una profunda timidez y una capacidad de observación y sensibilidad enormes. “No nos dejaron bajar. Primero nos dijeron que era porque podíamos quedar prisioneras, después porque no teníamos rango, pero cuando vimos subir civiles al Irizar nos dimos cuenta, no nos dejaron porque éramos mujeres. Y recuerdo haber estado en la cubierta, mirar y pensar “se están muriendo. Se mueren y a nosotras no nos dejan bajar. Recién pude curar muchas heridas cuando volví a pisar las Islas, esas Islas que había tenido tan cerca pero al mismo tiempo tan lejos”

María Angélica SENDES


Nacida el 8 de Agosto de 1948 en La Plata, Buenos Aires
33 años, Civil
Instrumentadora Quiúrgica del Hospital Gral. 601 Hospital Militar Central "Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich"
Especialización: Oftalmología
Buque Hospital Almirante Irizar, Voluntaria

“Ya no puedo salir a ver fuegos artificiales”, dice Angélica con voz trémula recordando las noches que pasó en cubierta del Irízar. Al ser la de más edad y experiencia, se convirtió en la coordinadora de este grupo de seis mujeres que habían viajado casi tres mil kilómetros al sur a prestar ayuda. “Fue un honor estar ahí, la experiencia más triste de mi vida, pero aún así, enriquecida por el compañerismo de toda la tripulación de la que también nosotras formamos parte”. Después de la guerra, Angélica continuó su trabajo en la sanidad, se dedicó a la docencia de adultos y poco volvió a hablar de esa época. Volvió al Irizar en Julio del 2022, para la producción del documental “Malvinas: la Guerra Civil”, donde pudo dar un testimonio filmado de primera fuente sobre sus experiencias en las Islas, como vivió la profunda desmalvinización de la sociedad que la rodeaba y la fraternidad que logró con los Veteranos de Malvinas de los cuales nunca se alejó y que, al día de hoy, la visitan en el hogar donde ella reside.

Mariana Florinda SONEIRA


Nacida el 27 de Marzo de 1963, en Avellaneda, Buenos Aires
19 años. Civil
Cadete Escuela Nacional de Náutica
Embarcada en el ARA Bahía San Blas
Voluntaria

En enero de 1982 Mariana Florinda Soneira embarcaba en el buque de Transportes Navales ARA Bahía San Blas iniciando un año de prácticas a bordo siendo cadete del cuerpo de
comunicaciones de la Escuela Nacional de Náutica Manuel Belgrano.
Aquel 2 de abril cuando el barco quedó afectado al conflicto, le ofrecieron la posibilidad de desembarcar porque aún no estaba recibida de oficial, era alumna.
Con apenas diecinueve años tomó la decisión de permanecer a bordo y continuó embarcada durante todo el conflicto. Así transcurrieron días y noches surcando el Atlántico Sur
transportando armamentos, tanques, combustible, helicópteros y demás pertrechos navegando en sigilosa, en silencio radioeléctrico, sin escolta y en situación de peligro.
En 1983 recibió el Diploma de Honor y Botón Solapa de la Armada Argentina en reconocimiento de los servicios prestados a la Patria.
En 1990 recibió en el Congreso de la Nación el Diploma y Medalla en reconocimiento de su intervención en la lucha armada.
En 2018 recibió la Mención de Honor Juana Azurduy de Padilla otorgada por el Senado de la Nación.
Finalizado el conflicto continuó sus estudios y egresó de la Escuela de Nacional de Naútica como Oficial Radioperadora Naval de la Marina Mercante Argentina.
Navegó durante ocho años en buques mercantes desempeñándose como Oficial radiotelegrafista a bordo. Desde 1991 vive en Ushuaia donde nacieron sus dos hijos.
Cuarenta años después de la guerra aún sigue haciendo radio como LU4XYL.

Marta Beatriz GIMENEZ


Nacida el 5 de Agosto de 1957 en la Ciudad de Buenos Aires
24 Años, Civil.
Comisario Naval de la Marina Mercante
Embarcada en el B/M CANAL BEAGLE
Voluntaria

Integrante de la primera generación de mujeres oficiales de la Marina Mercante, Marta partió rumbo al Teatro de Operaciones con la certeza de que como única mujer de su barco tenía sobre sus hombros el deber de ejercer su especialidad de la mejor forma posible, en uno de los momentos más terribles de nuestra historia como país. Risueña y orgullosa de su pertenencia a la Marina Mercante, Marta eligió el predio de su escuela para hacer su retrato, con el rostro de Manuel Belgrano de fondo y los colores del pabellón argentino con los que eligió vestirse.
Su experiencia vuelve a poner en tablas las distintas tareas que las Veteranas ejercieron en la Guerra, moviéndolas de la noble vocación de servicio como es el llamado a la sanidad y poniendo atención en aquellas mujeres que fueron con otras especialidades y labores, de apoyo y logística, de las cuales Marta, en su carácter de Comisario Naval debió prestar la mayor atención porque en ella recaían enormes responsabilidades con respecto a su tripulación. Hoy vive cercana al mar del cual jamás se alejó del todo y en el sonido de las olas al romper contra la costa, rememora con orgullo la participación que tuvo: voluntaria y valiente.

Doris Renee WEST


Nacida el 5 de Marzo de 1930 en Tres Arroyos, Buenos Aires
52 Años
Enfermera de ELMA en el buque carguero B/M FORMOSA

Ella quería viajar. Como experimentada enfermera del Hospital Británico, cuando supo que ELMA estaba buscando personal de sanidad, presentó su currículum y empezó a trabajar en 1978, a bordo del B/M Formosa, la única embarcación que rompió dos veces el bloqueo inglés. Para 1982 tenía 52 años: bordaba punto cruz, cuando cayó la primera bomba, para cuando se escuchó el impacto de la última, la aguja y el bastidor estaban en el suelo del camarote mientras ella se predisponía a atender los posibles heridos. El Formosa había sido bombardeado. Con 92 años recién cumplidos, sus ojos color turquesa miran hacia el horizonte y trata de explicar “Que sonido hacen las bombas cuando caen”, O peor aún, el silencio que se alarga cuando ésta no explota. En medio de la bodega del Formosa, quedó dormida la última bomba que viajó de vuelta a continente mientras la tripulación se iba a los camarotes con el chaleco salvavidas puesto.
Pero, en la dulce voz de esta descendiente de daneses, ella nos recuerda “demás está decir, esa noche no durmió nadie”. Doris sigue caminando con paso ágil y decidido por las calles de Buenos Aires, pequeña y menuda, con su trajecito sastre y un broche en la solapa. Se toma el 56 para volver a casa y, entre medio de millones de personas en la gran ciudad, ella es la única mujer argentina en haber recibido fuego amigo durante la Guerra de Malvinas.

Olga Graciela CACERES


Nacida el 14 de Diciembre en Santa María, Catamarca.
21 años. Civil.
Cadete Escuela Nacional de Náutica
Embarcada en el B/M RIO CINCEL
Voluntaria

En Graciela se unen varias historias que la hacen única. Es la que nació más al norte de nuestra patria, en Catamarca. También es el único caso, inédito en nuestro país e historia, donde tanto ella como su hermano Horacio, llevan en sus pechos la medalla que los identifica como Veteranos de Guerra de Malvinas. De carácter firme ante las decisiones tomadas, nadie pudo convencerla de que su destino no era otro que el Sur del Sur cuando la Patria hizo el llamado en hora de necesidad. Sin saber que su hermano la seguiría en el destino, su mayor miedo fue saber que mientras ella estaba embarcada a meros metros de Puerto Argentino, en ese mismo lugar también estaba su sangre, su familia, compartiendo una experiencia distinta pero aunada en la valentía de haber dado un paso al frente entregando un cheque en blanco a lo que vendría después. Hoy pasa sus días en Mar del Plata, cercana al mar del cual se enamoró en su juventud, compartiendo su vida con sus hijos Sonia y Walter, el aprecio por la fotografía y la naturaleza, la vida de aventuras que le siguió a la Guerra, rememorando con el cálido afecto norteño a aquellos jóvenes que, como su hermano, fueron a defender a la Patria: un concepto a veces tan intangible y tan real que, al día de hoy, las palabras faltan para explicarlo.

Marcia Noemí MARCHESOTTI


Nacida el 12 de Junio de 1960 en Ciudad de Buenos Aires
21 años, Civil.
Cadete Escuela Nacional de Náutica
Embarcada en el B/M RIO CINCEL
Voluntaria

De familia naval, Marcia observa el mundo desde una mirada profundamente analítica sobre el rol que las mujeres en general y las pertenecientes a la Marina Mercante en particular tuvieron en Malvinas. Formada en la especialidad de Radiocomunicaciones en la Escuela de Náutica Manuel Belgrano, siguió navegando mientras estudiaba Abogacía, profesión que ejerce hasta el día de hoy.
En su diálogo, Marcia elige qué palabra usar con una precisión quirúrgica, de esta forma enriquece valiosamente su testimonio. Profundamente empática y sensible a una causa que lleva muy dentro de su corazón, su proceso de apertura, a contar su experiencia, comenzó con el hecho concreto de abrir una caja de recuerdos que su madre le había dado antes de morir.
En ella se encontraban las cartas que había escrito a su familia, desde Puerto Argentino y volvió a leer. Marcia parece distante detrás de sus lentes Rayban pero para aquellos que ella entiende cercanos, regala unos centímetros de su mirada penetrante, cálida y risueña.

María Liliana COLINO


Nacida el 3 de Diciembre de 1955, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
26 años. Enfermera - Evacuación Aero médica Hércules C-130
Hospital Reubicable de la Fuerza Aérea
Comodoro Rivadavia
Cabo Principal

Mientras terminaba de armar los BEM, Botiquines de Emergencias Médicas que llevaban todas las misiones de rescate en los Hércules C-130, la Cabo Principal Liliana escuchó la voz del Capitán Médico Adolfo Smith que le decía “¿te animás a venir?” y, sin dudarlo, respondió que sí. La noche del 21 al 22 de mayo marca el momento en que la única mujer con rango militar pisa Malvinas en una misión de logística y rescate de heridos en Puerto Argentino. Mientras coordinaba la subida de las ambulancias que debían entrar en reversa por la rampa del Hércules, estando ambos en movimiento para subir los heridos, Liliana estaba en la pista con la mirada puesta “en esa serpiente de luces rojas que bajaba hacia nosotros”, en referencia a la hilera de móviles que transportaban soldados del frente del Hospital Militar Conjunto de Puerto Argentino. Cuando escucho la alerta roja de Harriers en zona, corrió hacia el Hércules mientras sus botines hacían sopapa contra la turba malvinense ya que con la pista bombardeada y en la oscuridad, podía tropezarse. Desde la puerta de la nave armaron una cadena de hombres que, aferrándose entre sí, hacían ademanes desesperados para que corriera más rápido, hasta que su pequeña mano fue aferrada por uno de los suboficiales y la tiraron hacia dentro de la panza del avión al levantar vuelo: “Tuve el orgullo de pisar las Islas cuando ondeaba el pabellón argentino. No pienso volver mientras estén ocupadas. ¿A recuperarlas?, por supuesto, aunque ya soy viejita y no sé cuánto pueda ayudar, pero si me llaman, estaré ahí, como el primer día que elegí ir. Y creo que esa es la diferencia más importante, porque a Comodoro me ordenaron ir. A Malvinas… y sabiendo que todo podía pasar… a las Malvinas las elegí yo.”

Graciela Liliana GERONIMO


Nacida el 30 de Octubre de 1959, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Comisario Naval de la Marina Mercante
Embarcada en el ARA Bahía San Blas
Voluntaria

Graciela Gerónimo era Oficial Comisario Naval y estuvimos juntas embarcadas en el ARA Bahía San Blas durante el conflicto.
Graciela era muy responsable en su trabajo, se encargaba de la administración.
Su camarote estaba al lado del mío y solíamos compartir charlas en los ratos libres, nos llevábamos muy bien. En verdad creo era imposible llevarse mal con una persona como ella, siempre estaba bien dispuesta y buscaba solución a todos los problemas.
La quise mucho y nunca olvidaré su risa, sus ganas de vivir y su gran corazón.
Solidaria, generosa y excelente compañera.
Lamento que ya no esté entre nosotros, siempre estará en mi recuerdo.

En la memoria de Mariana Soneira, compañera de tripulación del ARA Bahía San Blas durante la Guerra de Malvinas

María Cecilia RICCHERI


21 años
Estudiante de Medicina e Instrumentadora Quirúrgica del Hospital Gral. 601 Hospital Militar Central "Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich"
Especialización: Traumatología
Buque Hospital Almirante Irizar, Voluntaria
Voluntaria

De familia militar, Cecilia se unió a sus cinco compañeras instrumentadoras con quienes se cruzaba por los pasillos del Hospital Cosme Argerich y si bien se conocían de vista, fueron los días pasados en el Irizar donde se vinculó más personalmente. Cuando volvió de la guerra, finalizó sus estudios de Medicina, vivió en Francia varios años, regresó al país y trabaja actualmente como hemato - oncologa pediátrica.

Susana MAZZA


25 años, Civil.
Instrumentadora Quirúrgica del Hospital Gral. 601 Hospital Militar Central "Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich"
Especialización: Cardiovascular
Buque Hospital Almirante Irízar, Voluntaria

“Creo que nuestro aporte fue bastante humilde, pero con orgullo y satisfacción de haber podido cumplir. Ha pasado mucho tiempo y podía ser una decisión acertada o no, pero creo que todos los argentinos en ese momento compartíamos ese deseo de recuperar las islas Malvinas y quizás muchos en este momento no lo recuerden. Con nuestro país casi aislado del mundo tuvimos que enfrentar el poder de nuestro enemigo y también el de muchos "amigos".
En los primeros momentos se sentían un poco extrañados de ver mujeres porque no estaban acostumbrados a ver personal femenino que los atendiera, después empezamos a ganar confianza, a hablarnos, relatar los hechos, confiaban sus angustias, quizás nos veían como sus hermanas o madres.
Recuerdo que nosotras nos juntábamos y siempre nos acordamos de aquellas fichas que traían los soldados, de todos los evacuados colgando en el cuello, donde estaban las primeras atenciones que habían recibido en el hospital, en el frente, en el hospital de campaña y reconocíamos las firmas de los médicos que los habían asistido ya que muchos de ellos trabajábamos en equipo en Buenos Aires.
Una vez que evacuamos a todos los heridos o los que tenían capacidad el buque, los trasladamos y realmente hay momentos muy dolorosos, como escuchar por alto parlante del buque el cese de hostilidades y también desalojar de regreso al continente porque sabíamos que dejábamos muchas esperanzas y también los hombres que habían dejado sus vidas, sus horas habían luchado con mucho ardor, convicción, esmero, mucho coraje... al límite de sus fuerzas... y creo que dejábamos muchísimo atrás, ese suelo tan querido en manos enemigas, porque en definitiva, permítanme la expresión, ellos son los invasores, no nosotros.
Soy muy creyente, así que creo que Dios y la Virgen María nos habían cuidado y nos habían guiado, y es por eso que agradezco a todos ustedes que comparten con los veteranos todas estas vivencias y que nunca, nunca nos olvidemos que allá hay gente que nos están esperando, hay almas que están rezando por nosotros, y acá, acá hay personas, Héroes de Malvinas ellos son los héroes, los que combatieron, que TODO lo han dado y muchos desde acá han quedado, que fueron voluntarios o que con sus oraciones nos acompañaban”.

*Susana Mazza falleció en el 2018. Hasta el último día trabajó en el Hospital a pesar de no poder levantarse de su silla de ruedas. Vivió para volver a ver a la hija de seis años que dejó en Continente cuando zarpó a las Islas y recibir los honores y reconocimientos a las dieciséis mujeres que estuvieron dentro del TOAS.
Este texto fue extraído de distintas entrevistas que le hicieron en vida.

Maureen DOLAN

Maureen Dolan de Richards 57 años, Rectora de Colegio, Argentina. Voluntaria

Sylvia STOREY

Hazel Sylvia Toni Storey 51 años, Traductora y Bibliotecaria. Inglesa. Voluntaria

Cristina María CORMACK

Cristina Cormack, 20 años, Estudiante Universitaria, Argentina. Voluntaria

Entre Cristina María Cormack, Maureen Dolan de Richards y Sylvia Storey había cosas en común: una de ellas era el dominio del idioma inglés.
Las primeras dos, además, eran descendientes de irlandeses.
El 16 de abril aterrizaron dentro de un Fokker en Puerto Argentino, y fueron recibidas por el gobernador de las Islas Malvinas, el General Mario Benjamín Menéndez. Fueron voluntarias en una misión para entablar contacto y captar inquietudes de los Malvinenses. Maureen y Sylvia despidieron a sus hijos, Cristina era una joven cursando el último año de la Licenciatura en Geografía, cuya tesis sería sobre las Islas Malvinas. Maureen, acompañada de su esposo, era cuarta generación de irlandeses en Argentina, sabía muy bien quiénes eran los ingleses y de su costumbre de quedarse con las tierras de otros. Sugirió que hablarles en su propio idioma serviría para apaciguar las dudas ahora que las Malvinas habrían sido “recuperadas”. Cristina, acompañada de su padre, fue un poco más profundo, llevándoles cartas de las familias que los habían recibido en el Continente, fue tocando la puerta en cada casa. Silvya despidió en Continente a su marido y a sus cinco hijos, todos argentinos. Había aprendido dotes diplomáticas de su padre, quien la trajo a nuestro país con sólo 7 años, en 1938, cuando lo designaron Escudero de la Corona y Jefe de la Oficina Comercial en la Embajada Británica de Buenos Aires. En su corazón, entendió que hablar en su idioma y acento nativo sería mejor para transmitir que la reconquista argentina no vulneraría sus derechos.
Volvieron como voluntarias el 24 de Abril en una misión reservada organizada por el Estado Mayor Conjunto. Desde los jardines de las casas saltaban soldados pidiendo “el santo y seña” y sólo escucharlas hablar con acento argentino los aplacaba, aún con reticencias, porque nadie sabía que estaban allí y mucho menos para qué.
Fueron voluntarias en una Misión de Paz, viajando al fin del mundo.

Fotografía de Télam




Fotografías
Ivy Perrando Schaller
Nacida el 5 de Diciembre de 1982 en Río Gallegos, Santa Cruz
Autora de “Valientes: Una historia de Mujeres”
Fotógrafa de las Veteranas de Guerra de Malvinas.

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