El Ferrocarril Central Córdoba –gran conector de los pueblos del Norte junto a su competidor el Ferrocarril Central Argentino– impulsa la extensión de la línea férrea para conectar las provincias de Córdoba y Tucumán, de vital importancia para dar respuesta a la creciente demanda de los poderosos industriales azucareros y ganaderos de la provincia, que propiciaban contar con un económico y eficaz transporte para la comercialización de sus materias primas.
La empresa Telfener & Co., propietaria de la concesión, inicia las tareas en marzo de 1873; para 1876, año de la inauguración, el edificio de la estación Tucumán está concluido, siendo el presidente Nicolás Avellaneda –hijo pródigo de la provincia– quien da por iniciadas las operaciones con un gran discurso. La estación se componía por aquel entonces de dos pisos, con su fachada hacia la ciudad flanqueada en su lateral derecho por una torre de planta cuadrada, la que remata en un mirador compuesto por un conjunto de tres pequeñas aberturas con arco de medio punto por lado; como único coronamiento, resalta una crestería de ornato.
Su basamento poseía un rico almohadillado, interrumpido a media altura y calado por vanos de arco rebajado; éstos se repiten en el piso alto, destacándose sobre la lisa superficie del revoque, únicamente enfatiza- dos por guardas y ribetes en relieve que acentúan los redientes de la composición volumétrica del conjunto. Balcones franceses resueltos con balaustres de terracota cierran el conjunto, al igual que en los pretiles de azotea.
Años más tarde, con el gran crecimiento de esta línea se realizan importantes modificaciones, ampliando notablemente la superficie edificada; éstas traerán simetría aparente a la fachada, completando el volumen faltante del sector derecho y dejando la torre como motivo central de la composición. Desaparece el almohadillado del basamento, como también los balaustres, siendo reemplazados por muros revocados. Esto le dará al conjunto un aspecto uniforme, destacándose únicamente el motivo del remate del mirador, enmarcado por pilastras y una sencilla cornisa.
Textos: Gustavo Raik.
Ubicación
Región: NOA.
Provincia: Tucumán.
Ciudad: San Miguel de Tucumán.
Dirección: Marco Avellaneda 120 y San Martín.
Declaratoria: Ley N° 25.512.
Categoría: Monumento Histórico Nacional.