Tabaco y embarazo
El embarazo es una excelente ocasión para que dejes de fumar, tanto por tu salud como por la de tu hijo, ya que de esa manera:
- Reducís las probabilidades de que surjan complicaciones que puedan derivar en un aborto o un parto prematuro.
- Protegés a tu bebé de sustancias químicas que pueden dañar su crecimiento.
- Disminuís las probabilidades de que tu bebé nazca con bajo peso.
- Producís más leche para amamantarlo y va a estar libre de las sustancias tóxicas del humo que dañan la salud de tu bebé.
- Reducís el riesgo de que tu hijo sufra asma, problemas respiratorios o muerte súbita.
- Contribuís a que el tabaquismo no sea considerado algo normal en tu casa, aumentando las posibilidades de que tu hijo no fume cuando sea grande.
Si dejaste de fumar durante el embarazo y la lactancia, no vuelvas a fumar.
El principal fumador pasivo de una madre fumadora es su propio hijo. Además, es importante que no se fume a tu alrededor.
Comunicalo a los que te rodean para que puedan ayudarte a mantener los ambientes libres de humo.
Si necesitás ayuda para dejar de fumar, podés comunicarte gratis desde todo el país al 0800-999-3040.