Por una mejor calidad de vida
La medicina nuclear es una especialidad que emplea técnicas seguras, prácticamente indoloras y muy efectivas para obtener información clínica en los pacientes sobre enfermedades no transmisibles, como las oncológicas. Esto permite detectar alteraciones en el organismo mucho antes de que las enfermedades presenten síntomas, posibilitando tratamientos tempranos más efectivos y pronósticos frecuentemente más favorables para la salud de las personas.
La cantidad de radiación a la que un paciente se expone en medicina nuclear es comparable –o a veces inferior– a la recibida en estudios con rayos X de rutina. Además, tiene la ventaja de ser una técnica mínimamente invasiva, dado que a diferencia de otras técnicas de diagnóstico como la cirugía exploratoria, basta con beber un líquido o recibir una inyección para obtener un diagnóstico completo y certero.
Producción, formación académica e investigación de punta
El mayor esfuerzo científico y tecnológico encarado por la CNEA en este sentido es la producción de radioisótopos médicos, que son aquellos elementos fabricados mayoritariamente en el Centro Atómico Ezeiza y distribuidos a todo el país y otras naciones limítrofes.
Por otra parte, se avanza en diversas líneas de investigación científica que buscan alternativas a las técnicas actuales. Entre ellas se destaca el uso de neutrones producidos en el reactor de investigación RA-6 para la Terapia por Captura Neutrónica en Boro.
Hoy en día existen más de 100 tipos de evaluaciones diferentes que se realizan mediante la medicina nuclear, cubriendo la totalidad de los órganos y tejidos del cuerpo humano y una muy amplia variedad de patologías en oncología, cardiología, neurología, gastroenterología, entre otras.