El aporte nuclear en la matriz energética argentina
Históricamente, en el país la generación de energía eléctrica de origen térmico que utiliza combustibles fósiles (gas natural, fuel oil, gas oil y carbón) ha sido mayor al 50%. Sin embargo, la diversificación –incluyendo principalmente energía hidroeléctrica, nuclear, eólica y solar– ha reducido no solo las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) sino también la dependencia de combustibles fósiles. En este sentido, la siguiente figura muestra cómo han contribuido la energía nuclear y renovable en los últimos 20 años en materia de emisiones evitadas.
Es importante destacar que el aporte de la energía eléctrica de origen nuclear comienza en 1974 con la entrada en servicio de Atucha I, la primera central nuclear no solo de Argentina, sino de Latinoamérica.
Dependiendo de la potencia instalada y del tiempo de operación, las tres centrales nucleares en funcionamiento en Argentina permiten evitar alrededor de cinco millones de toneladas de CO2 al año, lo que equivale a las emisiones generadas por un millón de autos al año.
El país se encuentra bien posicionado, no solo por su vasta experiencia, sino también por las futuras centrales nucleares, entre las que se destacan el CAREM 25, primer reactor nuclear de potencia íntegramente diseñado y construido en Argentina, y el CAREM 120, que se encuentra en etapa de diseño, y será un modelo comercial con proyección nacional e internacional.