Alimentos irradiados: más saludables y duraderos
Al igual que la pasteurización o la refrigeración, la irradiación es una técnica segura y adecuada para tratar alimentos, con el fin de conservarlos en mejores condiciones por más tiempo y eliminar microorganismos que podrían ser nocivos para el ser humano, disminuyendo así el riesgo de contraer ETAs (enfermedades de transmisión alimentaria), sin la introducción de sustancias químicas que modifiquen las características de los alimentos. También aporta mejoras sustanciales para la la prolongación de vida útil de los alimentos, inhibiendo la brotación de tubérculos, por ejemplo.
Entre las aplicaciones posibles de la irradiación está la inactivación de las larvas de Trichinella spiralis, que pueden estar presentes en la carne de cerdo y provocar triquinosis. También es efectiva para combatir otros microorganismos patógenos, como el género Salmonella, varios serotipos de Escherichia (STEC – E. coli productoras de toxina Shiga), las famosas “lombrices solitarias” transmitidas por cerdos o vacas, o los parásitos anisakis en el pescado.
Entre los aportes de la irradiación pueden mencionarse:
- Tratamiento en envase final.
- Libra al alimento de microorganismos patógenos, sin introducir sustancias extrañas ni hacer que el producto pierda su calidad de fresco.
- Reduce o evita el empleo de fumigantes y conservadores químicos.
- Es una alternativa para la preservación de alimentos con componentes termosensibles.
- Mejora la calidad higiénico-sanitaria y prolonga el tiempo de comercialización de alimentos.
La CNEA cuenta con una de los instalaciones existentes en el país para realizar este tipo de procesos: la PISI – Planta de Irradiación Semi Industrial, ubicada en el Centro Atómico Ezeiza.
Legislación
Las legislaciones de todos los países requieren que los alimentos irradiados estén rotulados como tales. En Argentina es obligatoria la leyenda “Tratado con Energía Ionizante” y el logotipo internacional “Radura”.
En 2012, la CNEA y el IRAM presentaron la nueva norma ISO 14470, que fija los “requerimientos para el desarrollo, validación y controles de rutina del proceso de irradiación mediante el uso de radiaciones ionizantes para el tratamiento de alimentos”.
En octubre de 2017 entró en vigencia la actualización del Código Alimentario Argentino (CAA), que amplía a ocho las categorías de alimentos irradiados para consumo humano:
- Carnes (de vaca, pollo, cerdo y otras)
- Pescados y mariscos
- Frutas y vegetales frescos
- Bulbos y tubérculos
- Cereales
- Legumbres
- Semillas
- Otros