El abordaje de estrategias de educación en Argentina, y el aporte que para ello puede hacer la CTI, reviste un doble desafío. Por un lado, porque nos permite observar nítidamente las diferencias existentes en la población (tanto en lo que refiere a las diferencias socioeconómicas como las que ponen el foco en las disparidades regionales) a la hora de pensar políticas que tiendan a garantizar el acceso a la educación de calidad. Por otro lado, nos pone frente al desafío de problematizar cuáles serán las consecuencias, en clave de ventana de oportunidad, sobre las trayectorias educativas de niños y niñas, adolescentes y jóvenes del país, y qué nuevas estrategias pueden incorporarse al diseño de prácticas educativas para producir transformaciones relevantes en un sistema educativo que presenta inequidades profundas y dificultades para interpelar a su público.

En esta línea de trabajo, la escuela secundaria cumple un rol relevante para las y los jóvenes al ser el ámbito que promueve la incorporación de herramientas para el ejercicio de una ciudadanía plena y activa, el desarrollo de su proyecto de vida y la ampliación de oportunidades para el ingreso al mundo del trabajo y, eventualmente, continuar con su proceso de formación.

A continuación, se encuentran las misiones de este Desafío y sus posibles estrategias de intervención.