Apliqué para IAESTE en el año 2017 cuando estaba cursando el Proyecto Final de la carrera de Ingeniería Civil. A fines de junio viajé a Polonia para comenzar mi práctica profesional. Tuve la posibilidad de trabajar en INZYNIERIA RZESZOW, una empresa constructora ubicada en una cálida ciudad al sureste de Polonia durante los meses de julio y agosto. Desarrollé mis tareas en obra en el área de Oficina Técnica, supervisando y cooperando en el seguimiento de las obras de Ampliación de la Planta de Tratamiento de Efluentes Cloacales de la ciudad.

Mi experiencia comenzó con un miedo exagerado a lo desconocido y terminó con una increíble seguridad propia y un crecimiento y aprendizaje tanto personal como profesional. Fue y es una experiencia inolvidable que todas las personas deberían estar dispuestas a vivirla, animándose a descubrir el desafío de lo desconocido. Formas de trabajo, colegas, cantidad de amigos, conocidos y viajeros con historias, lugares, costumbres y realidades diferentes.

En cuanto a la experiencia laboral, fue sumamente provechosa debido a que tuve la oportunidad de trabajar en Obra con un equipo de trabajo excelente, lo que me permitió descubrir y explorar el ámbito laboral que realmente me gusta y quiero para mi futuro. Durante los dos meses, tuve la oportunidad de interactuar y trabajar con los Ingenieros y los obreros, colaborando en la supervisión de obra de trabajos relacionados a relevamientos, movimientos de suelos, nivelaciones de fundaciones y control de materiales en obra.

A nivel personal, desarrollé seguridad y una capacidad de adaptación que nunca había experimentado. Tomar conciencia que verdaderamente “existe otro mundo” y qué efectivamente hay que vivirlo para descubrirlo. Pasar horas con extranjeros de todo el mundo, compartir historias, costumbres y realidades de vida. Hablar durante 60 días en inglés para poder relacionarte con el entorno y sobrepasar situaciones diarias de la vida, tal como ir de compras al supermercado o simplemente tomarse un bus. Considero que todos mis días en el extranjero fueron de descubrimiento y satisfacción. Impagable alegría de amigos y colegas cuando los saludabas en polaco y aprendías día a día un poquito de su historia como país y el interés por ellos de conocer tus costumbres.
Aprendí a ver y admirar el mundo con otros ojos y a disfrutar momentos con amigos y conocidos que te iba dando la experiencia de vivir y trabajar en otro país.

Quiero agradecer profundamente a IAESTE por darme la oportunidad de haber vivido esta tan feliz experiencia.