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El Glaciar Jakobshavn ubicado en el oeste de Groenlandia desemboca en el mar, en el fiordo helado de Ilulissat.

Este glaciar se encuentra en estado de retroceso acelerado, razón por la cual su frente actual se encuentra a unos 14 kilómetros de donde se encontraba en el año 2001.

La imagen captada por el sensor ALI a bordo de la misión EO-1 el 23 de Junio de 2011, muestra el frente del Glaciar Jakobshavn y sus desprendimientos en el fiordo de Ilulissat.

El Jakobshavn tiene dos tributarios, que pueden identificarse en la imagen a través de las líneas y rugosidades que se observan sobre el cuerpo de hielo, revelando la dirección en la cual fluyen. En la escena es posible advertir los glaciares tributarios del Jakobshavn, el principal de ellos proveniente del norte, y el secundario desde el sur. Ambos glaciares antes confluían en una lengua de hielo que avanzaba sobre el fiordo de Ilulissat, pero como consecuencia de su acentuado retroceso, el frente actual del Jakobshavn ha llegado más allá del punto de intersección entre los tributarios.

En la imagen se observa la presencia de hielo marino cubierto de nieve, numerosos témpanos de grandes dimensiones y trozos de hielo más pequeños que se desprenden del glaciar en el área donde antes confluían los tributarios.

El Glaciar Jakobshavn es el que fluye más rápido en el mundo, aportando grandes cantidades de hielo al Océano Ártico. Drena cerca del 6% de la capa de hielo de Groenlandia, por lo cual su incidencia en el nivel del mar es muy importante.

Además del drástico retroceso en el frente del glaciar, la pérdida de masa se observa también en su adelgazamiento, medido por los científicos a través del uso de instrumentos de radar y láser, a partir de lo cual se desarrollan modelos de elevación que contribuyen a explicar esta clase de fenómenos.

Junto con el Glaciar Peterman, el glaciar Jakobshavn constituye un caso emblemático en cuanto al fenómeno de retroceso de estos cuerpos de hielo en Groenlandia.