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El desierto de Sonora, se extiende en América del Norte, ocupando los estados de Arizona y California en los Estados Unidos y el estado que lleva su mismo nombre, al noroeste de México.

Su latitud, próxima al paralelo de 30º, coincide con la correspondiente a otros desiertos del planeta situados en la misma franja climática del hemisferio norte, en Arabia Saudita, Irak, Kuwait y en África del Norte.

La captación obtenida por la misión satelital Landsat 7, a través de su instrumento ETM+, el 5 de mayo de 2003 nos permite observar el extenso desierto. Se distinguen con claridad, la aridez de la región y, en el centro de la captación, las dunas. Hacia el oeste limita con el Mar de Cortés.

En la combinación en infrarrojo se destaca, hacia el extremo noroeste de la imagen, una zona de cultivos siguiendo el curso del río Colorado. El color rojo indica presencia de vegetación. Una exploración detallada nos permite apreciar las diferentes parcelas en formas predominantemente rectangular, también se evidencias los lotes en los que se implementa el sistema de riego con pivote central, que se caracterizan por su forma circular.

Su condición de zona limítrofe entre México y Estados Unidos, lo ha convertido en una región de riesgo, miles de mexicanos, cada año, intentan atravesar el desierto para cruzar la frontera de forma ilegal. La ausencia del controvertido muro fronterizo, construido por los Estados Unidos a partir de 1994, en algunos de los sectores del desierto lo transforma en un posible paso hacia el país lindero. Muchos de ellos arriesgan y pierden sus vidas, adentrándose en el inmenso e inhóspito desierto, lo que le valió a estas zonas el nombre de “corredores de la muerte”.