Nos encaminamos hacia un sendero de triple sostenibilidad en el que tanto la dimensión económica, como la social y la ambiental sean pilares fundamentales para pensar nuestro modo de desarrollo. Sostenibilidad económica para terminar con los ciclos de inestabilidad que nos impiden desarrollar una estructura productiva duradera, confiable y dinámica. Sostenibilidad social para abordar los profundos desequilibrios sociales y realidades inadmisibles como el hambre y la marginalidad. Sostenibilidad ambiental para evitar la degradación de nuestros recursos y nuestro medio ambiente, que atenta contra la posibilidad de legar un futuro saludable para las próximas generaciones.