#20 minutos de lectura
¿Sabías que si le contás un cuento a un niño todos los días, estás ayudando a que tenga más posibilidades de aprender a leer y escribir?
La lectura como puerta al conocimiento
Leer no es solo una actividad escolar, sino una práctica que abre la puerta al mundo del conocimiento. A través de la lectura, los niños desarrollan habilidades que les permiten entender y expresar ideas.
El poder de contar cuentos
Contarles cuentos a chicos los ayuda a desarrollar su imaginación y comprensión del mundo. Las historias les enseñan a reconocer diferentes formas de narrar, a distinguir personajes y a imaginar nuevas posibilidades. Además, escuchar cuentos fomenta su capacidad para entender el lenguaje y expresar sus pensamientos y emociones.
La lectura: una responsabilidad compartida
La lectura no debe ser sólo tarea de la escuela. Está presente en muchos aspectos de la vida cotidiana, y la sociedad entera tiene un papel en formar a los niños como lectores críticos y curiosos. Todos, desde las familias hasta las organizaciones sociales, podemos contribuir para que los más pequeños descubran el placer de la lectura.
El libro como puente
El libro es un vínculo que conecta a los niños con los adultos que los rodean. A través de la lectura, se construyen redes de significado y comunicación, donde los niños pueden descubrir nuevas ideas y compartirlas con los demás.
¿Por qué cuentos tradicionales?
Los cuentos tradicionales tienen una estructura simple, clara y repetitiva como resultado de haber nacido como relato de boca en boca. Los personajes son arquetípicos y, en general, se ajustan al enfrentamiento entre el bien y el mal. En este sentido, el hecho de que posean una estructura narrativa canónica hace que sean fundamentales para comprender cómo funcionan los textos, para luego poder enfrentarse con relatos más desafiantes.
Estos cuentos, además, tienen la ventaja de ser ampliamente conocidos, lo que facilita su comprensión y memorización. Su carácter oral favorece la expresividad y la participación activa, y estimula la memoria, la imaginación y el desarrollo del lenguaje. Al ser relatos transmitidos de generación en generación, también fomentan la escucha atenta y la capacidad de narrar, habilidades fundamentales para la comunicación y la alfabetización temprana.
La selección de cuentos que encontrarán a continuación corresponden a las versiones de tradición oral recogidas por los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm en la obra “Kinder- und Hausmärchen”, ediciones de 1815 y 1847 libres de derecho de autor. Los textos fueron elaborados desde ediciones en español traducidas directamente del alemán que forman parte del fondo antiguo de la Biblioteca Nacional de Maestros.
Se cotejaron con ediciones similares en inglés, con traducciones antiguas como la de los cuentos escogidos por José S. Viedma y con las traducciones de Pedro Piedras Monroy para Akal (2020), María Antonia Seijó para Alianza (2009), Pedro Gálvez para la editorial Alianza (1976).
Las ediciones españolas que más se ajustan al original en alemán, que circulan en Argentina, corresponden a las ediciones originales de 1815 y posteriores. Se tuvo en cuenta mantener la estructura de la acción y los símbolos presentes en los textos originales. No se utilizaron ediciones adaptadas, versionadas o resumidas. Las ilustraciones que acompañan los textos forman parte de ejemplares de literatura infanto juvenil y manuales escolares de la colección Colmo de la BNM.
Leé el presente. Escribí tu futuro.
Te invitamos a leer en familia los cuentos de la colección.