La antigua quinta de Miguel de Azcuénaga, donada en 1918 para residencia presidencial, se inscribe dentro de la producción edilicia del Estado de Buenos Aires escindido de la Confederación Argentina entre 1853 y 1862. Enfrentadas políticamente, las repúblicas del “Plata” y de la “Mesopotamia” vieron surgir nuevas arquitecturas a cargo de célebres profesionales, como Prilidiano Pueyrredón, Carlos E. Pellegrini y Eduardo Taylor en la capital porteña, o Pedro Fossatti en el Litoral.
La riqueza comercial y ganadera de Buenos Aires fue modelando una burguesía industrial imbuida del ideario del “Progreso”, que fue artífice de una radical transformación del entorno de la Plaza de Mayo erigiendo edificios monumentales como la Aduana Nueva, la Legislatura, el Teatro Colón o la Bolsa de Comercio, entre otros. En este contexto aparece una nueva tipología, la quinta de veraneo, como continuidad de la experiencia inaugurada por Juan Manuel de Rosas en su Caserón de Palermo, fenómeno común al suburbio norte de Buenos Aires desde Recoleta y Palermo hasta Olivos y San Isidro.
La quinta de Azcuénaga (1854) resulta el ejemplo más original de este tipo residencial debido al inusual planteo concebido por su proyectista, el ingeniero y pintor Prilidiano Pueyrredón. Las barrancas de la agreste costa fluvial, con sus pintorescas vistas sobre el estuario, presentan situaciones ideales para experiencias de ocio y recreo integradas al paisaje, ya explotadas por Pueyrredón en la galería neoclásica y en su propio atelier agregados a la quinta familiar de San Isidro. La vanguardista composición quebrada y compacta de la casa, con amplios espacios centralizados integrados con arcadas y un perímetro calado con grandes ventanales, era totalmente inusual para la época.
La vivienda presenta un sobrio frente italianizante coronado por un mirador neoclásico como motivo dominante de la composición y múltiples ejes compositivos con un contrafrente sobre el río que articula una secuencia de “miradores” escalonados abiertos a tres puntos cardinales, que despliegan sobre el declive de la barranca un abanico de balcones, terrazas y explanadas con multiplicidad de visuales.
Textos: Sergio López Martínez.
Fotos: Luis Picarelli
Ubicación
Provincia: Buenos Aires.
Ciudad: Olivos
Dirección: Villate, Av. Maipú, Malaver y vías del FFCC Mitre
Declaratoria: Decreto N° 1.842/2013
Categoría: Lugar histórico nacional.