Presidencia de la Nación

Iglesia de N. S. de Balvanera y Colegio San José


En el año 1797, Antonio González Varela –el “Miserere”– y su esposa donaron los terrenos y levantaron un hospicio y un oratorio dedicado a la Virgen de Balvanera. En 1833 fue erigida la Parroquia, lo que impulsó la construcción de un nuevo edificio, comenzado en 1838 por el maestro mayor de obras públicas Santos Sartorio –que había trabajado en Palermo para Rosas– e inaugurado por el Restaurador y su hija en 1842. Ampliado y refaccionado en 1865 por el arquitecto Antonio Picarel, adquirió sus características definitivas en 1930. La iglesia, con planta en cruz latina, es de tres naves con cúpula sobre el crucero y presbiterio recto; la fachada tiene un nártex de tres arcos de igual altura con un pequeño rosetón y está franqueada por dos torres.

Foto: Diego Eidelman

El atrio fue escenario de importantes episodios electorales, cuyo principal protagonista –Hipólito Yrigoyen– inició su carrera política en la circunscripción de esta parroquia. El edificio fue recientemente restaurado en su interior y cúpulas. El Colegio San José y la iglesia de Nuestra Señora de Balvanera –íntimamente ligados en su historia– forman un solo conjunto significativo que ocupa una importante manzana céntrica. El gobernador Pastor Obligado invitó a los Padres Bayoneses (Congregación del Sagrado Corazón de Jesús de Betharran) para que establecieran un colegio para asistir a la colectividad vasca, en el que, a la vez, se aplicara la tradición educativa francesa de formación integral: catequesis, estudio intensivo y deportes.

Tras alojarse en sedes provisorias, se comenzó la construcción del actual establecimiento en una manzana ocupada en parte por la parroquia de Balvanera. Su realización en etapas hizo que se superpusieron lenguajes arquitectónicos diversos, predominando las líneas neoclásicas en fachadas y patios. El conjunto se dispone según tres amplios patios, el principal de ellos rodeado de galerías. Entre los dos restantes se emplaza la capilla, con acceso por la calle Teniente General Perón; dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, está resuelta en estilo Neogótico y luce un retablo de 12 m. de altura realizado en roble americano, tallado íntegramente en la Argentina por el escultor francés José Peuch.

Foto: Luis Picarelli

Digno de destacar es el hall principal del ala nueva, que aloja una espléndida escalera que se desarrolla en un espacio de triple altura con iluminación cenital. Igualmente majestuoso es el salón de actos con capacidad para 1.500 personas, donde se acude a un vocabulario ecléctico que combina los tres órdenes clásicos con ornamentación renacentista, iluminación por altas ventanas laterales y un cielorraso realzado por un fresco alegórico.

Particular importancia posee también el Museo de Ciencias Naturales, con colecciones iniciadas por destacados naturalistas como Germán Burmeister y Carlos Berg, a las que se sumó el aporte de piezas cedidas por uno de los ex alumnos más célebres del Colegio, el perito Francisco P. Moreno. Muy llamativa es la torre-mirador ubicada en el centro de la manzana, que con sus 30 m2 de superficie y una altura de cinco pisos fue puesto de observación durante las revoluciones de 1880 y 1890 y lugar de penitencia para alumnos; gracias a una donación se instaló un telescopio, comenzando a funcionar allí el primer observatorio astronómico con que contó la ciudad; transformado hace unos treinta años y contando con nuevos equipos, el local continúa su actividad.

Textos: Julio Cacciatore.


Ubicación:

Provincia: Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Dirección: Bartolomé Mitre, Azcuénaga, Tte. Gral. Juan D. Perón y Larrea

Declaratoria: Decreto N° 950/1998
Categoría: Monumento Histórico Nacional

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