Escudo de Bragado
La leyenda
Cuenta la leyenda hace mucho tiempo, junto a la gran laguna, iba a beber a sus aguas un potro salvaje, increíblemente bello y desafiante, con sus crines al viento y su vistoso pelaje. Tenía una braga de color blanco en el vientre. Los soldados que se atrevían a explorar "el desierto” deseaban poseerlo y también los indios que tenían su asentamiento en el lugar. Se dice que fueron muchos los intentos, pero el potro era bravo y defendía valientemente su libertad.
Cierto día un grupo de lugareños lo acorraló junto al margen de la laguna, en una barranca y, cuando ya estaban seguros de hacerlo prisionero, el animal se precipitó desde lo alto prefiriendo morir antes que verse cautivo. Su actitud libertaria sorprendió tanto a todos que, desde entonces, la historia rodó por el tiempo y dio nombre a la ciudad.
Este caballo Bragado con sueños de libertad también está eternizado en el escudo oficial que identifica a nuestro municipio.
Monumento al Potro Bragado en la localidad (RP 46, km 56 y Acceso Juan D. Perón).
La historia del blasón
Nuestro primer escudo data del año 1927. De forma oval en la que estaban presentes los colores de la bandera nacional, mostraba un caballo bragado a orillas de una laguna. Fue oficializado muchos años después por la Ordenanza 44/67.
Hacia 1996, en ocasión de celebrar las Bodas de Plata de la Fiesta Nacional del Caballo, nuestra comunidad modificó el blasón, adoptando entonces la inspiración de una obra del artista plástico Eleodoro Ergasto Marenco, quien a lo largo de su trayectoria hizo del potro y del jinete un motivo recurrente de sus dotes creativas.
Descripción
El blasón actual adopta la forma cuadrilonga con borde inferior en arco, propia del modelo español.
Sobre un campo único de color blanco (plata), exhibe en la franja superior o del jefe el lema toponímico: Municipalidad de Bragado en caracteres romanos en negro (sable).
En el centro muestra la figura de un caballo de pie, orientado hacia la derecha del observador (la siniestra en términos heráldicos) que proyecta su sombra de tonos verde y rojo (sinople aclarado de gules) en el cuadrante de la punta.
La imagen rinde un doble tributo: a nuestra tradición oral y a la obra pictórica de Marenco, a la que reproduce invertida en su orientación.
Fue oficializado por la Ordenanza 2998 sancionada en 2002.