Presidencia de la Nación

Uniformes de fin del siglo XIX


Luego de concretarse la definitiva unión nacional se reglamentaron varios uniformes navales, pero con ninguno de ellos se puso punto final a la anarquía en las vestimentas.

Consideramos interesante transcribir lo que sobre el tema expresó un testigo de época, el Ingeniero Maquinista Sub-Inspector Hugo Lebán, en el Boletín del Centro Naval: "Hasta 1896 año que se puso en vigor un reglamento completo y "meticuloso" los oficiales vestían con cierta arbitrariedad a pesar de existir un reglamento para ello. La gorra de reglamento era sin vuelo, copiada de la austríaca y con los galones correspondientes al grado; los Jefes y Oficiales Superiores llevaban un galón liso de oro al borde de la visera, pero uno que otro llevaba la visera lisa como los Oficiales".

"El Capitán García Mansilla que se había formado en la Armada Francesa usaba el uniforme reglamentario de ese país a saber: gorra con mucho vuelo, poco armada y levita cerrada, siendo así que nuestro reglamento la prescribía abierta, con solapa como la actual; varios Oficiales lo imitaban en el uso de esta prenda. Alguno vestía la levita desabrochada y con chaleco blanco, sobre todo en la graduación de Jefes; muchos de estos ostentaban el pantalón con franja de oro como el de gala. En los sacos había la mayor diversidad, el saco naval cruzado era el reglamentario (con 5 botones); unos los usaban azul, otros negro; otros llevaban guerrera española cruzada con gran número de botones y abrochada desde los hombros, algo parecida al uniforme de los "grooms"; los menos cumplidores un saco común de corte civil con una sola hilera de botones, generalmente, trajes civiles descartados. Cuando llegó el Crucero 9 de Julio sus oficiales traían guerrera americana de cheviot negro, cuello levantado y bordada y adornada en las costuras con ancha trencilla de lana negra.

Muchos Oficiales de los otros buques la copiaron entonces por resultar prenda cómoda y vistosa. Los galones eran los mismos que se usaron hasta pocos años antes; uno, dos o tres angostos para Oficiales subalternos; dos o tres anchos para jefes; una cerreta para Oficiales superiores y palmas para los Almirantes".

"El cuerpo general llevaba martillo en la boca manga y presillas de galón liso; los Jefes, presillas anchas con ancla, estrellas y ribetes bordados en oro. Los Almirantes con fondo colorado".

"Los médicos, galones con fondo rojo y los comisarios azul claro. Los maquinistas tenían un galón distintivo que debía figurar un paso de hélice pero que resultaba cosa híbrida formada a veces por un galón ondulado otros, los más modernos y meticuloso por una especie de línea helicoidal bordada en oro sobre seda negra y con relieve para figurar mejor la línea del tornillo. Los maquinistas de 3a. tenían "la víbora", como se llamaba vulgarmente a ese distintivo, con un galón que por reglamento debía ir por debajo de él, pero que en la práctica se llevaba "ad libitum" abajo o arriba; los de 2a. no podían alterar el orden de los galones por que ostentaban "la víbora" al medio. Los de 1a. tenían los dos galones encima o debajo de "la víbora" y los Jefes agregaban otro galón. El Inspector de Máquinas que era asimilado a Capitán de Navío, lucía 2 víboras sin galones lisos. El oficial de guardia llevaba, aunque no siempre además de los tiros, una media luna de metal al cuello como en la Armada Española".

Las espadas eran de lo más diverso, bastaba que tuviera una vaina de cuero negro y empuñadura, regatón y anillos dorados. La forma y dibujo no importaban. Los tiros se llevaban de diario (de cuero) y de gala a antojo; la dragona ídem o se la omitía, todo era cuestión de gustos como en la indumentaria civil. El capote era de corte más o menos militar, muy variado en forma, capa muy corta, desde cubrir el saco hasta como máximo una mano sobre la rodilla y con poco vuelo; además llevaba capirusa."

En 1896, siendo Jefe del Estado Mayor el Capitán García Mansilla, se reformaron y reglamentaron detalladamente todas las prendas y atributos del uniforme y se dio término a las arbitrariedades. La víbora del maquinista desapareció también a mediados de 1896, y se adoptaron los galones lisos con fondo morado".

Para terminar con el tema de uniformes navales expondremos algunas generalidades sobre ellos: La blusa marinera (esa que impuso el "vestirse por la cabeza", según la expresión naval) es de añejo uso en la gente de mar, así como el pantalón con campana y sin bota mangas responde a la tradición de cuando era necesario arremangárselo para las tareas de limpieza cotidiana y su natural corte al frente (sin bragueta en otros tiempos) acorde con las necesidades de la vida a bordo.

La camiseta de bayeta roja de la época de la Confederación, se cambió después de Caseros por la de rayas azules y blancas (horizontales), para adoptar el elástico de uso actual. La gorra, tuvo como antecedente la "gorra catalana" (de media manga o cuartelera) y, posteriormente, el sombrero de hule en invierno y de paja en verano.

Para destruir fantasías diremos que no imperan lutos en nuestros uniformes marineros: no lo son por Brown ni por jefe alguno la franja naval del pantalón de Oficiales, ni el color negro del pañuelo de los marineros, que se usaba incluso mucho antes de Trafalgar. Tampoco las tres trencillas del cuello marinero recuerdan victorias de Brown (¡tuvo tantas más!) y mucho menos hace referencia a las de Nelson. Estos agregados fueron adoptados en su época (c. 1900) solamente por razones consideradas estéticas por las autoridades que aprobaron el respectivo Reglamento de Uniformes.

El uso del galón dorado naval para los Oficiales se adoptó en 1880, abandonándose el del Ejército en vigor hasta entonces. Al principio usó la "coca naval" sólo el Cuerpo Comando, siendo lisos y sin ellas la de los Cuerpos Auxiliares. Recién avanzado el siglo XX se hizo extensiva la "coca" a todos ellos, primando entonces el color distintivo de cada escalafón del Cuerpo Profesional debajo del galón naval, no usando ninguno el Cuerpo Comando.

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