Aviones Super Etendard hundieron al Destructor HMS “Sheffield”
El 4 de mayo de 1982 se produce el ataque al destructor británico clase 42 HMS “Sheffield” en una acción coordinada entre un SP-2H Neptune explorador y dos Super Etendard. Usaron una táctica jamás empleada en la historia de la aviación militar de combate: la combinación “explorador-avión de ataque”, inaugurando así un capítulo en la doctrina de las operaciones aéreas navales.
El Neptune SP-2H (2-P-112) de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración estaba al mando del Capitán de Corbeta Ernesto Proni Leston, tripulado por el Capitán de Corbeta Sergio Sepetich; el Teniente de Fragata Juan Gatti; los Tenientes de Corbeta Guillermo Meneses y José Pernuzzi; los Suboficiales Primero Juan Heredia y Aníbal Sosa; los Cabos Principal Hugo Saavedra, Daniel Yerba, Luis Del Negro y Luis Núñez; y el Cabo Primero César Fernández.
El Neptune descubrió un blanco al que identificó como destructor tipo 42, mediante el procesamiento de sus señales electrónicas y lo ubica en la posición 52º 33’ Latitud Sur y 57º 40.5’ Longitud Oeste; inmediatamente transmitió esa información.
Así, se ordenó el despliegue de los Super Etendard de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, el 3-A-202 al mando del Capitán de Corbeta Augusto Bedacarratz y el 3-A-203 al mando del Teniente de Fragata Armando Mayora, equipados con misiles Exocet.
Durante la aproximación de los Super Etendard al blanco, el Neptune mantiene la exploración en contacto, actualiza a los pilotos de ataque la posición, rumbo y velocidad del “Sheffield” hasta que lo detectan los radares de los aviones de ataque argentinos.
A partir de ese momento, las acciones suceden con vértigo: el radar alimenta con la información actualizada al sistema de navegación y ataque de los Super Etendard y los pilotos lanzan sus misiles Exocet AM-39 que causan el hundimiento del destructor.
Este ataque misilístico constituye un hito en la historia y en las tácticas y doctrina de la guerra aeronaval moderna en el mundo. Por esta razón, y en conmemoración de esta acción, se instituyó el 4 de mayo como el Día de la Aviación Naval de la Armada Argentina.