Presidencia de la Nación

La Inteligencia Artificial y su uso en la Educación Inclusiva

Autora: Lidia Viviana Zapiola.


Lidia Viviana Zapiola.
Programadora y Diseñadora Web
Instituto Chaqueño de Ciencia y Tecnología e Innovación
Gral. San Martín-Chaco
[email protected]

Abstract

Este ensayo analítico e interpretativo aborda las oportunidades, aspectos claves, tensiones y desafíos relacionados con el uso de la Inteligencia Artificial (I.A.) en la educación inclusiva de personas con discapacidad y, en línea con el enfoque del modelo social de la discapacidad adoptado por la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD). Un universo que conocí en mi viaje como desarrolladora de una aplicación educativa digital que incorpora Inteligencia Artificial, para adaptar el contenido a las necesidades individuales de cada estudiante. Un universo desafiante, retador pero muy inspirador.

Por lo tanto, este ensayo explora cómo la I.A. puede contribuir a la adaptación y personalización de la experiencia educativa, con la finalidad de lograr que “...todos los niños y niñas con discapacidad gocen plenamente de sus derechos, disfrutando de una vida plena y digna en igualdad de condiciones; donde puedan expresar su opinión libremente y recibir asistencia apropiada de acuerdo a su discapacidad.". (CDPD, 2006 Artículo 7).

Este ensayo también destaca la importancia de, no descuidar el valor de la interacción humana en el proceso y los aspectos clave a tener en cuenta en la implementación de la I.A. en entornos educativos de nuestra región.

Fotografía de un niño frente a una computadora con auriculares.

Introducción

Comenzaremos primero con la explicación breve de qué es la Inteligencia Artificial (I.A.) y por qué deberíamos prestarle especial atención.
Su origen se remonta a la década de los 30 del siglo pasado, de manos de una figura muy relevante en el desarrollo de las nuevas tecnologías: Alan Turing, quien no solo es considerado el padre de la inteligencia artificial, sino como el precursor de la informática moderna. Él ingenió numerosas soluciones basadas en computación y el uso de algoritmos para la previsión y prevención de casuísticas ya en la primera mitad de siglo, siendo una de ellas relevante para que el bando aliado ganara la segunda Guerra mundial, al ser capaz de descifrar los mensajes ocultos que los nazis se enviaban a través de la máquina Enigma.

Pese a lo relevante y reconocido de los aportes de Turing, no se empieza a hablar de inteligencia artificial en los términos que hoy la conocemos, hasta 1956, cuando John McCarthy, Marvin Minsky y Claude Shannon acuñaron formalmente el término durante la conferencia de Dartmouth denominada “Dartmouth Summer Research Project on Artificial Intelligence” (Proyecto de investigación de verano de Dartmouth sobre inteligencia artificial).

La Inteligencia Artificial es un campo de estudio y desarrollo en ciencias de la computación que busca crear sistemas y máquinas capaces de realizar tareas que normalmente requieren de inteligencia humana. Su objetivo principal es simular y replicar, en cierta medida, las capacidades cognitivas y de aprendizaje de los seres humanos.

El concepto de Inteligencia Artificial se centra en la creación de algoritmos, programas y sistemas que pueden procesar grandes cantidades de datos, aprender de ellos, tomar decisiones, resolver problemas y adaptarse a nuevas situaciones sin intervención humana directa. Estos sistemas se basan en modelos matemáticos y técnicas de aprendizaje automático, que les permiten mejorar su rendimiento y desempeño a medida que adquieren más información y experiencia.
Podemos clasificar la I.A. en dos categorías principales. Primero, la débil o estrecha: se refiere a sistemas diseñados para abordar tareas específicas y limitadas. Estos sistemas son altamente especializados en un dominio particular y no tienen conciencia ni comprensión general del mundo (por ejemplo, un asistente de voz, que puede responder preguntas y realizar tareas específicas, pero no posee comprensión real del lenguaje o el significado detrás de las palabras). Por otro lado, la fuerte o general hace referencia a sistemas que se asemejan más a la inteligencia humana en términos de versatilidad y capacidad de aprendizaje. La I.A. fuerte tendría la capacidad de razonar, comprender, aprender y adaptarse a múltiples tareas y situaciones, similar a la inteligencia humana.

La Inteligencia Artificial ha tenido un gran impacto en diversos campos, como el procesamiento de lenguaje natural, la visión por computadora, los vehículos autónomos, la medicina, la robótica, entre otros. A medida que la tecnología avanza, la I.A. continúa evolucionando y se espera que siga teniendo un papel crucial en la mejora y automatización de numerosas tareas y procesos en nuestra sociedad.

Es por esto, que el uso de la Inteligencia Artificial (I.A.) en la educación inclusiva de personas con discapacidad ha abierto un horizonte de posibilidades y desafíos. Donde mediante algoritmos de aprendizaje automático podemos plantear una educación más efectiva y significativa.

Por ello, en este ensayo se analizarán las tensiones que surgen en torno a esta temática bajo el marco del modelo social de la discapacidad adoptado por la CDPD. A través de un enfoque analítico e interpretativo, se explorarán los dilemas éticos, los riesgos potenciales y las oportunidades que presenta la I.A. en la búsqueda de una educación inclusiva y equitativa, dilemas con los que me crucé en mi investigación durante el proceso de desarrollo y validación de mi proyecto.

Desarrollo

El modelo social de la discapacidad adoptado por la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), pone de relieve la importancia de eliminar las barreras sociales y promover entornos inclusivos, integrados, que permitan la plena participación de las personas con discapacidad. En este sentido, la I.A. puede ser una herramienta poderosa para adaptar, personalizar, brindar apoyo y recursos que logren cumplir con los derechos mencionados en el Artículo 24 de la CDPD, “… donde reconocen el derecho de las personas con discapacidad a la educación inclusiva, de calidad y gratuita en igualdad de condiciones y oportunidades. (…) Asegurando que se hagan ajustes razonables en función de las necesidades individuales, se preste el apoyo necesario para facilitar su formación efectiva y se faciliten medidas personalizadas y efectivas en entornos que fomenten al máximo el desarrollo académico y social.”

La IA puede brindar diversas herramientas como lo explica la UNESCO, donde vemos que el campo del Aprendizaje Asistido por Computadora (CAL) crea alternativas para apoyar las estrategias de aprendizaje de los estudiantes con tecnología digital e I.A. (Schittek Janda et al., 2001). Puede ayudar a mapear los planes y trayectorias de aprendizaje individuales de cada estudiante, sus fortalezas y debilidades, materias que cuestan más y son fácilmente asimiladas o aprendidas, y preferencias y actividades de aprendizaje. Sobre la base de algoritmos para ayudar a los estudiantes a navegar por diferentes caminos de contenido, la I.A. puede personalizar el aprendizaje y mejorar las oportunidades para los estudiantes con la ayuda de sus docentes y escuelas. Los Sistemas de Tutoría Inteligente forman parte de las nuevas posibilidades tecnológicas para expandir el aprendizaje educativo en países en desarrollo, como se muestra en revisiones recientes (Nye, 2015).

Sin embargo, este enfoque no está exento de tensiones y desafíos. Una de las tensiones más relevantes radica en la incertidumbre de los potenciales alcances del uso de las IA y en la ética aplicada a la educación inclusiva. Si bien la IA puede mejorar la experiencia de aprendizaje y proporcionar un apoyo individualizado, también plantea interrogantes éticos en términos de privacidad, seguridad de datos y sesgos algorítmicos. Es crucial garantizar que las decisiones tomadas por los sistemas de I.A. sean transparentes, justas y respetuosas de los derechos de las personas con discapacidad, que eviten cualquier forma de discriminación o exclusión involuntaria.

Otro desafío importante es la brecha digital y la accesibilidad a las tecnologías. Aunque la IA. tiene el potencial de impulsar la inclusión educativa, es fundamental asegurar que todas las personas tengan acceso igualitario a estas herramientas, como se garantiza en la CDPD. En ella se destaca la importancia de promover el acceso igualitario de las personas con discapacidad a la información y las comunicaciones, incluidas las tecnologías y los sistemas de la información, para que puedan vivir en forma independiente y participar plenamente en todos los aspectos de la vida, mediante la identificación y eliminación de los obstáculos y barreras de acceso. Promoviendo el diseño, el desarrollo, la producción y la distribución de sistemas y tecnologías de la información.

...es fundamental asegurar que todas las personas tengan acceso igualitario a estas herramientas, como se garantiza en la CDPD.

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Fotografía de una niña ciega utilizando una computadora

“Debemos renovar este compromiso, ya que nos acercamos a una época en que la inteligencia artificial – la convergencia de tecnologías emergentes – transformará todos los aspectos de nuestras vidas (…)”, afirmó la Sra. Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO, durante la Conferencia Internacional sobre Inteligencia Artificial y Educación, que tuvo lugar en Beijing, en mayo de 2019. “Debemos orientar esta revolución hacia la dirección correcta para mejorar los medios de subsistencia, reducir las desigualdades y promover una mundialización justa e inclusiva.”

Esto implica tener en cuenta que, como lo menciona la UNESCO, Si bien la IA. puede abrir numerosas posibilidades, también puede ser una tecnología disruptiva y profundizar las desigualdades y divisiones existentes, ya que es más probable que la población marginada y desfavorecida quede excluida de la educación impulsada por la IA. El resultado es un nuevo tipo de brecha digital: basada en el uso del conocimiento sobre datos para informar la toma de decisiones inteligentes (Hilbert, 2015). Para eliminar estos obstáculos, deben implementarse múltiples políticas. Es esencial comenzar definiendo Internet como un derecho humano y crear múltiples alianzas internacionales para construir infraestructuras en los sectores más pobres del mundo en desarrollo (Mutoni, 2017).”

Además, es necesario considerar la formación y capacitación de los docentes y profesionales de la educación en el uso de las herramientas con IA, ya que deben entender cómo utilizar la tecnología de manera efectiva, y cómo complementarla con la interacción humana para crear un ambiente educativo enriquecedor. La colaboración entre profesionales de la educación, programadores y expertos en IA, es esencial para diseñar y desarrollar soluciones efectivas y coherentes con los objetivos educativos locales.

Porque si bien los algoritmos predictivos ciertamente facilitan el análisis e interpretación de datos, estos no garantizan que los sistemas de análisis de aprendizaje sean poderosos. La efectividad de estos sistemas radica en su utilidad y relevancia para los estudiantes y educadores. El procesamiento de datos en tiempo real debe traducirse en retroalimentación con una intervención rápida e instrucción individualizada. Como tal, los educadores continúan desempeñando el papel principal. A los maestros y directores se les debe dar suficiente autonomía para gestionar sus respectivas aulas y escuelas, basados en la idea de que conocen mejor las necesidades de sus estudiantes. Pues los análisis automatizados, solo sirven para esa autonomía si los docentes y directores están capacitados para gestionar la provisión de aprendizaje en sus respectivas escuelas. Si no es así, la implementación de cualquier herramienta impulsada por IA. solo puede lograr avances hasta cierto punto.

Para aprovechar plenamente las tecnologías de IA, en la educación los docentes necesitan adquirir nuevas competencias. Esto incluye entender cómo la I.A. puede mejorar el aprendizaje y tomar decisiones sobre su uso en nuevos productos educativos, tener habilidades de investigación y análisis de datos para utilizar la información proporcionada por la IA, desarrollar capacidades de gestión para administrar recursos humanos y de IA, adoptar una perspectiva crítica sobre el impacto de esta en la vida humana y fomentar habilidades digitales en los estudiantes. Además, los maestros pueden centrarse en proporcionar habilidades humanas únicas, como tutoría y apoyo emocional, y asegurarse de que los estudiantes adquieran habilidades que la IA no puede reemplazar.

La implementación exitosa de la IA requiere una comprensión profunda de sus capacidades y limitaciones. La capacitación continua y el desarrollo profesional son esenciales para maximizar el potencial de la IA en el ámbito educativo. Para esto se están tomando medidas como el Consenso de Beijing, donde los representantes de los Estados Miembros de la UNESCO, de organizaciones internacionales, de instituciones académicas, de la sociedad civil y del sector privado aprobaron el Consenso de Beijing sobre la inteligencia artificial y la educación, durante la Conferencia Internacional sobre la Inteligencia Artificial en la Educación que tuvo lugar en Beijing, del 16 al 18 de mayo de 2019. Allí, se trabajó el primer documento que proporciona orientaciones y recomendaciones sobre la mejor manera por parte de los Estados de responder a las oportunidades y desafíos vinculados con la IA, para acelerar el progreso en la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS 4.) El mismo, reafirma el enfoque humanista del despliegue de las tecnologías de IA en la educación, para mejorar la inteligencia humana, proteger los derechos humanos y promover el desarrollo sostenible gracias a la colaboración eficaz entre los humanos y las máquinas en la vida, el aprendizaje y el trabajo.

Debemos recordar, que aún falta un marco de políticas concertado y holístico para la IA en la educación, por lo que es fundamental encontrar un equilibrio entre el uso de ella como apoyo y herramienta complementaria y, el valor de la relación humana en el proceso educativo.

Conclusión

En conclusión, aquí se plantea que el uso de la Inteligencia Artificial en la educación inclusiva presenta tensiones y desafíos que deben abordarse de manera cuidadosa y reflexiva. Si bien la IA puede ser una poderosa herramienta para la adaptación y personalización de la experiencia educativa, es esencial tener en cuenta los principios éticos, la accesibilidad, la formación docente y el equilibrio entre tecnología y la interacción humana. A través de un enfoque analítico e interpretativo, se puede avanzar hacia una implementación responsable de la IA en el contexto educativo, que empodere a todas las personas, sin importar sus capacidades. Es fundamental reconocer que la Inteligencia Artificial ofrece importantes avances para la educación, ya que proporciona herramientas útiles para romper las barreras de la comunicación y el acceso a la información, permitiendo a los alumnos comunicarse, interactuar en sociedad, educarse libremente y acceder a las mismas posibilidades que sus pares. Debemos concluir que los nuevos avances nos enfrentan a un futuro en el que debemos capacitarnos para aprender a usar las herramientas que nos facilita la Inteligencia Artificial, adaptándolas a las necesidades educativas de nuestra región. Sin perder de vista el valor de la interacción humana, esa conexión genuina que fomenta el desarrollo y el bienestar integral del alumno.

Referencias Bibliográficas

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