El MCRLD y sus aportes a los medios de comunicación
Autores: Argento Nasser, Ana Cecchini, Luis Emanuel
Abstract
Este artículo reflexiona sobre el rol de los medios de comunicación en la construcción de las concepciones sobre la discapacidad y, toma como eje de análisis al Modelo de Comunicación y Reconocimiento Legítimo de la Discapacidad (MCRLD). Los autores analizan qué influencia pueden tener los medios en algunos problemas que aborda el MCRLD como la despersonalización, la inaccesibilidad y la falta de garantía del cumplimiento de derechos y respuestas efectivas a las demandas de las personas con discapacidad.
Palabras claves: medios de comunicación- discapacidad- reconocimiento- vulnerabilidad- identidad
Introducción
El Modelo de Comunicación y Reconocimiento Legítimo de la Discapacidad (MCRLD) (1) es adoptado a nivel mundial debido a su propuesta de cambio de paradigma: pasar de políticas de inclusión a políticas de reconocimiento. Este artículo pretende brindar herramientas para conocer su contribución a los medios de comunicación como agentes promotores y creadores de la realidad.
¿Cuáles son las representaciones sociales de los medios de comunicación en discapacidad? ¿Cómo se las nombra y qué dice la Convención y los manuales? Estas preguntas abren el juego para repensar el rol de los medios y su misión en la identidad de las personas y en la promoción de la equidad social.
El artículo presenta y vincula las categorías y ejes del MCRLD y los tres problemas que aborda para dar lugar al desarrollo y reflexión del siguiente tema: “¿De qué manera las construcciones discursivas de los medios de comunicación contribuyen al reconocimiento de las personas con discapacidad o a su exclusión?”. En ese sentido, invita a la reflexión sobre qué noticias publican los medios, qué términos utilizan, qué abordaje hacen de las noticias desde la presentación de los hechos, a partir del análisis de titulares de periódicos de diferentes provincias de Argentina y algunos de alcance internacional.
EL MCRLD y su aporte a los Medios de Comunicación
El Modelo de la Comunicación y el Reconocimiento Legítimo de la Discapacidad (MCRLD) apunta a resolver tres problemas centrales: la despersonalización, la inaccesibilidad y la falta de garantía en el cumplimiento de derechos y de respuestas efectivas a las demandas de las personas con discapacidad. Estos problemas se corresponden a sus tres categorías (reconocimiento, distancia y vulnerabilidad), las cuáles se interrelacionan con tres ejes (persona-sociedad-Estado).
A continuación, desde la enumeración de cada problema, se desarrollará el análisis de la vinculación entre ejes y categorías para dar lugar a los aportes que el MCRLD hace en comunicación y, específicamente, a los Medios de Comunicación. Se abordará el problema de la despersonalización desde la categoría reconocimiento y su vinculación con el eje sociedad. Por otro lado, se presentará la categoría de vulnerabilidad cómo propuesta de quiebre discursivo, entre algunas dicotomías instaladas en los discursos mediáticos en torno a la discapacidad.
Despersonalización
Las personas con discapacidad (PCD), así como las personas en general que son miembros de los grupos considerados dentro de “las diversidades” (2), se encuentran en una lucha por su auto-reconocimiento. Entre el ser-deber ser y lo “normalizado”, la búsqueda por su RECONOCIMIENTO como personas “entre” la sociedad es un desafío.
La categoría RECONOCIMIENTO es analizada a partir de este problema de despersonalización, con los ejes PERSONA- SOCIEDAD Y ESTADO. Por un lado, la dialéctica RECONOCIMIENTO-PERSONA, analiza cómo la PCD se percibe como miembro activo (o no) de la sociedad.
Además, permite profundizar en cuáles son las emociones, los valores, las creencias, los prejuicios que experimenta la persona; a su vez, reconocer cuáles son sus posibilidades, cómo potenciarlas y cuáles son sus límites y aceptarlos, como parte constitutiva de la vulnerabilidad social, propia del ser humano. En este eje, la dimensión espiritual, la interioridad es también importante para su auto-respeto, auto-estima y auto-confianza.
Por su parte, en RECONOCIMIENTO-SOCIEDAD, se analiza qué representaciones sociales circulan en torno a qué es la discapacidad y quiénes son las personas con discapacidad. Aquí el análisis de los medios masivos de comunicación es fundamental. Además, el foco está puesto en las representaciones sociales por las cuales se ha creado un marco invisible entre el dentro y fuera de la sociedad, lo que lleva a políticas o medidas que promueven la inclusión de algunos que “no son sociedad” a la sociedad.
El problema es que las PCD o con otras diversidades, no son extraterrestres. Son parte de la sociedad, desde el momento en que son concebidas. Por ello, desde el MCRLD se promueve la fenomenología del entre (BARRERAS CONTRERAS, 2013). Las PCD no están dentro o fuera, sino en el entre social. Conviven.
Para comprender esta propuesta, hay que pensar en el foco y desenfoco, en el zoom in y en el zoom out. Las personas con discapacidad están entre la sociedad (Zoom out, es decir, sería como ver una foto de plano general, sacada desde un drone, con muchas personas con y sin discapacidad juntas, que realizan diferentes acciones cotidianas. (algunas yendo al gimnasio, otras haciendo compras, cruzando la calle, abrazándose, etc).
Ahora bien, ¿esto significa que todas las personas son iguales? De ninguna manera. Las PCD– así como otras personas– requieren apoyos y ciertas políticas públicas precisas y adecuadas a cada singularidad. Por ello, el “zoom in” representa cuándo es preciso aplicar estas políticas y/o apoyos. Allí se focaliza en la persona con discapacidad y se ve con detalle qué necesita para su desarrollo integral. Este hacer foco además de ser personalizado (cada persona es única, tenga o no discapacidad), también es grupal. Es decir, el zoom in puede hacerse a todas las personas de una comunidad para detectar dónde viven, su edad, etc. y convocarlas a cierto evento, o proponerles participar de cierto programa promovido por el Estado, etc.
Por último, en la interrelación RECONOCIMIENTO- ESTADO, el MCRLD desarrolla cuatro estadios: para que el reconocimiento de los colectivos sociales más vulnerados sea legítimo (materializado) y no sólo ideológico (discursivo), es preciso que:
1- Se regule la ley.
2- Que esa ley se materialice en políticas públicas.
3- Que esas políticas tengan métricas de evaluación de impacto, medible con una periodicidad de máximo seis meses.
4- Se visibilicen los resultados del análisis de esas mediciones, es decir transparencia de datos y acceso público a la información.
Por lo tanto, el análisis de esta categoría y eje permite ver la diferencia que hay entre la cantidad de leyes escritas y las que realmente están reglamentadas, con aplicación efectiva de políticas públicas, más su medición de impacto y transparencia, a los fines de brindar seguridad y reconocimiento a todos los ciudadanos, especialmente aquellos que son parte de los grupos comprendidos dentro de las diversidades.
Inaccesibilidad
Las barreras físicas, comunicacionales, aptitudinales, y virtuales imposibilitan el pleno desarrollo de cualquier persona, especialmente de aquellas con discapacidad. Este problema es analizado desde la categoría DISTANCIA.
En primer lugar, en la interrelación DISTANCIA-PERSONA, se analiza la diferencia entre lo que la persona necesita y lo que su contexto en sentido amplio le ofrece. Es decir, qué necesita la persona en cuanto a apoyos de accesibilidad, para que pueda desarrollar su vida de la forma más autónomamente posible y qué realmente existe a su alcance (qué ofrecen los diferentes entornos -físicos, virtuales, comunicacionales, de contexto- para reconocer la presencia de diversidad).
En relación con los medios de comunicación, cabe preguntarse: ¿cuánto está presente la accesibilidad en el diseño de cada propuesta? La formación de los profesionales de la comunicación dista de brindar las herramientas necesarias para una comunicación efectiva y accesible. Son escasos los canales que ofrecen intérprete en lengua de señas o que priorizan por sobre la estética, el contraste de color, las tipografías adecuadas, etc.
En este artículo se analizará en base a esta categoría, de qué manera las construcciones discursivas de los medios contribuyen al reconocimiento de las PCD o a su exclusión. Es decir, qué noticias publican, qué términos utilizan, etc. lo cual favorece su percepción en el entre social o, por el contrario, acrecientan la idea de la inclusión y la distancia y separación del dentro/fuera.
Por su parte, en DISTANCIA-SOCIEDAD se analiza la inversión en formación en el tema de la discapacidad y en accesibilidad, por parte de entidades públicas y privadas.
Finalmente, en el vínculo DISTANCIA-ESTADO, el foco está puesto en analizar las legislaciones vigentes y las políticas públicas medidas efectivas en materia de accesibilidad y, explorar cuáles no existen y son necesarias. En este sentido, es necesario llevar adelante un análisis de cómo los medios masivos de comunicación efectivizan los apoyos de accesibilidad en relación a lo que las leyes les exigen.
Falta de garantía en el cumplimiento de derechos y de respuestas efectivas a las demandas de las personas con discapacidad
Este problema es abordado desde la categoría VULNERABILIDAD, la cual es central dentro del MCRLD.
El Modelo postula que la vulnerabilidad es constitutiva a TODAS las personas, independientemente de si tienen o no discapacidad.
Los seres humanos son vulnerables a factores climatológicos, a la dependencia afectiva, al natural advenimiento de la muerte (DE LA TORRE DIAZ, 2017). El descubrir que todos/as somos vulnerables, permite interrrelacionarnos de un modo más empático y también auto-comprender muchos procesos personales.
En el eje VULNERABILIDAD-PERSONA, se analiza cómo la persona se auto-percibe con relación a sus pares y a sus expectativas y proyectos de vida. En este sentido, los medios de comunicación, que crean realidades y contribuyen a la conformación de subjetividades, tienen una responsabilidad fundamental en la configuración de representaciones sociales sobre la mirada de la discapacidad. Hay dos binomios que se suelen repetir a lo largo y ancho de las pantallas, cualquiera sea su formato: Víctimas o superhéroes / Éxito y productividad versus discapacidad. En ellas, no hay lugar a la vulnerabilidad, se niega esta esencia humana y se profundiza la despersonalización. No somos ni todos vulnerables ni superhéroes. Sino personas con talentos y limitaciones, con derechos y responsabilidades.
En la interrelación VULNERABILIDAD-SOCIEDAD, el Modelo toma los marcos de vulnerabilidad socioeconómica, cultural e institucional de Javier de la Torres Diaz (2017, op.cit) para concientizar en la dimensión humana de la vulnerabilidad. Desde la aceptación de que todas las personas son vulnerables, se abren puertas de vínculos interpersonales e interinstitucionales.
Por último, en VULNERABILIDAD-ESTADO: El Estado es vulnerable. El Estado también necesita de otros para lograr incidencia en sus políticas (articular, por ejemplo, con las ONG) El modelo analiza también en este punto, qué leyes aún no han sido reguladas o cuáles existen y no están reglamentadas y/o son ineficientes, lo que acrecienta la invisibilización y marginación de las personas con discapacidad.
Vulnerabilidad-Persona: el rol de los medios
Es importante volver a la relación de la categoría y eje del MCRLD VULNERABILIDAD-PERSONA, y profundizar en la transversalidad que tienen en nuestra sociedad los discursos que construyen los medios de comunicación sobre la discapacidad.
Los medios, que son la mayor fuente de comprensiones de versiones del mundo y de la vida social en la cultura occidental (Vasilachis, 2003) construyen representaciones del mundo, representaciones sociales entendidas como “construcciones simbólicas individuales y/o colectivas a las que los sujetos apelan o que los sujetos crean para interpretar el mundo, para reflexionar sobre su propia situación y la de los demás, y para determinar el alcance y la posibilidad de su acción histórica” (Vasilachis, 2003, 98).
De esta manera, los medios categorizan a los sujetos y a su acción social, determinan a los sujetos activos y pasivos de la misma, explican los procesos y les atribuyen causas y/o significados (Vasilachis, 2003). Los medios elaboran estructuras de conocimiento que, como otras, incluyen secuencias de acción estereotipadas, roles, defindición de responsabilidades, de culpas, de derechos y de obligaciones. Esas estructuras cognitivas se emplean, más tarde, para explicar e interpretar los acontecimientos sociales.
Debido a los procesos de socialización en los que los medios de comunicación tienen una influencia cada vez más relevante a los que están subordinados los individuos a lo largo de toda su vida, esas estructuras cognitivas son utilizadas, también, en el momento de definir la propia identidad y la de los otros, y de evaluar el alcance y la capacidad de acción histórica con relación al cambio de sentido de los procesos y de las decisiones sociales a los que esos individuos se ven sometidos (Vasilachis, 2003).
Medios y discapacidad
Las noticias sobre discapacidad que aparecen generalmente en los medios hablan sobre temas de la vida cotidiana de las personas con discapacidad y los obstáculos sociales que enfrentan a diario, pero le asignan un alto valor a la espectacularidad y al impacto emocional.
Se construye una imagen conmovedora y desamparada de las PCD, con énfasis en sus falencias y debilidades. Se describe a las personas y se subraya primero su discapacidad, se exagera o llena de emotividad las situaciones que protagonizan.
Alcanza con realizar una búsqueda general en Google o dentro de los buscadores de medios de comunicación, de Argentina y del mundo, para comprender los sentidos que estos asignan a la discapacidad.
Al buscar con las palabra “discapacidad” o “discapacitados” queda en evidencia que en la mayoría de los titulares (3) encontrados se construyen representaciones que se alejan de la vida real de las personas con discapacidad. Estos borran su propia identidad como personas o como sujetos de derechos (despersonalización).
Pese al trabajo de muchas personas y organizaciones para promover los derechos y la equidad para las PCD, y más allá de los avances logrados, en pleno siglo XXI aún se publican noticias en las que el criterio de noticiabilidad (Stella Martini, 2002) siempre es la discapacidad. A continuación algunos ejemplos:
- La persona con discapacidad como superhéroe
Si bien son muchas las barreras que aún existen para las PCD para acceder a la educación, en la actualidad es una regularidad y no la excepción que personas con discapacidad fìsica- con adaptaciones y ajustes razonables- puedan estudiar y destacarse.
Muchas PCD asisten a eventos deportivos todo el tiempo. El acceso al deporte es un derecho y las personas con discapacidad pueden acceder a este tipo de espectáculos con su certificado de discapacidad.
Por las dificultades del mercado laboral, muchas personas con discapacidad deben trabajar en las calles.
- Las personas con discapacidad como víctimas
Son muchos los niños y adolescentes que sufren situación de abandono o son olvidados en espacios públicos. La vulnerabilidad no es algo exclusivo de las personas con discapacidad.
Esta noticia vulnera la privacidad y los derechos sexuales de la mujer. Refuerza el prejuicio de las PCD como “angelitos” o seres asexuados.
Esta noticia sólo incluye el dato del hijo con discapacidad para conmover. Son muchas las personas que han perdido sus trabajos por secuelas de Covid.
Análisis de los titulares
En todos los titulares, los medios de comunicación enfatizan la diferencia existencial por sobre la igualdad esencial de las personas, y provocan una privación de la identidad (Vasilachis, 2003).
La condición de discapacidad es exacerbada por sobre la condición de persona y se remarca en todas las situaciones, aunque dicha condición no sea determinante en la acción que protagonizan.
De esa manera, los medios establecen diferencias entre personas con y sin discapacidad y refuerzan la lógica exclusión/inclusión que impera en la sociedad, donde parece haber un mundo y una realidad de las personas con discapacidad y otra para las personas sin discapacidad.
Las noticias relevadas configuran a las personas con discapacidad como protagonistas de grandes hazañas que los convierten en héroes o superpersonas, tal como postula el MCRLD en el eje VULNERABILIDAD-PERSONA.
Son noticias espectacularizadas y amarillistas, construidas con el fin de conmover e impactar.
Lejos se encuentran los enunciados de la perspectiva de derechos humanos, consagrada en la Convención internacional sobre los Derechos
de las PCD, la cual requiere que se considere a las personas con discapacidad como iguales en dignidad y derechos, y no como beneficiarios de la caridad o la lástima y que se las respete en su integridad y dignidad.
Son escasos los titulares que incluyen datos sobre leyes, programas, organizaciones de personas con discapacidad, herramientas que mejoren la accesibilidad y la autonomía o cualquier otra información relevante, teniendo en cuenta que no sólo gran parte de la sociedad- sino además las propias personas con discapacidad y sus familias- suelen desconocer sus derechos.
Hacia un cambio de paradigma
En una sociedad hipermediatizada como la que habitamos, el rol de los medios es clave, para la configuración de la autopercepción de las propias personas, incluidas las personas con discapacidad, y de la representación que la sociedad tiene sobre dicho colectivo. Es decir, su impacto en la personalización o despersonalización es clave. La construcción del reconocimiento social también pasa- y muchas veces se construye- en los medios.
Por ello, resulta fundamental que los medios empiecen a cambiar su modo de configurar a las PCD en sus discursos informativos. Mostrarlas como superhéroes o superheroínas acrecienta la distancia y fomenta estereotipos y discriminaciones positivas. El rol de los medios debe ser contar historias reales, sin presentar a las personas con discapacidad como eternos niños/as, asexuados/as, incapaces de tomar decisiones o como personas inferiores, improductivas, etc. En el mismo sentido, para que los medios contribuyan al reconocimiento legítimo de las PCD, es fundamental que los periodistas se formen en la temática a los fines de que puedan utilizar términos y valoraciones correctas, que reconozcan a las PCD como sujetos de derechos y que promuevan su autonomía y desarrollo personal.
Cuando los medios de comunicación comprendan la importancia de su rol en el campo de la discapacidad, contribuirán a configurar una imagen más cercana a la realidad de las PCD. Una imagen que ayude a cada persona en sus procesos de autopercepción y auto-reconocimiento, que promueva en la sociedad adoptar una concepción menos estereotipada y prejuiciosa sobre los miembros con discapacidad que la conforman y le aportan valor.
De esta manera, en línea con lo anteriormente expuesto y tomando la propuesta del Modelo de Comunicación y Reconocimiento Legítimo, los medios aportarán a la comprensión de que no existen excluidos e incluidos en la sociedad, sino que todos convivimos y nos reconocemos en un “entre”, compuesto por personas con y sin discapacidad. Cada uno con limitaciones y capacidades, con fortalezas y vulnerabilidades. Todos únicos e irrepetibles. Es decir, contribuirán a fomentar la diversidad como un valor constitutivo de la sociedad y, lograrán apartarse de la promoción y difusión histórica de dos ideas que atentan contra la personalización: la homogeneización social y los patrones estereotipados de personas y del éxito y las capacidades de los “exclusivos incluidos”.
Referencias Bibliográficas
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ARGENTO NASSER, A., & VEGA, J. P. (2022). Un nuevo abordaje para la discapacidad: el modelo de comunicación y reconocimiento legítimo. Astrolabio, (28), 139–169. https://doi.org/10.55441/1668.7515.n28.30299
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BARRERAS CONTRERAS, Miriam. (2013). Reconocimiento mutuo: de la disimetría a la mutualidad. Análisis y perspectivas en torno a una fenomenología del “entre”.
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En Tomás Domingo Moratalla y Agustín Domingo Moratalla (eds.), Bioética y hermenéutica. La ética deliberativa de Paul Ricoeur, pp. 239-247. Valencia: Campgrmfic Editors.
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DE LA TORRE DÍAZ, Javier. (2017b). “Vulnerabilidad. La profundidad de un principio de la bioética”. Perspectiva Teológica, 49-1, 155-176. Recuperado en: 10.20911/21768757v49n1p155/2017 [consulta: mayo de 2020].
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GONZÁLEZ BONET, V. (2016). Buenas prácticas en comunicación y discapacidad. Informar con responsabilidad y respeto por la diversidad. Disponible en:
http://adc.org.ar/wp-content/uploads/2016/03/deca1.html?platform=hootsuite -
MARTINI. S. (2000). Periodismo, Noticia y Noticiabilidad. Buenos Aires: Norma.
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VASILACHIS DE GIALDINO, I. (2003). Pobres, Pobreza, Identidad y Representaciones Sociales. Barcelona: Gedisa.
NOTAS
1- El Modelo de Comunicación y Reconocimiento Legítimo de la Discapacidad (MCRLD) fue diseñado en Córdoba, Argentina, por Ana Argento Nasser. A lo largo del tiempo lo ha ido actualizando junto a miembros con y sin discapacidad de la Fundación Por Igual Más, institución que ella co-fundó para promover el reconocimiento de las PCD. Miembros del equipo que actualizan el Modelo: Juan Pablo Vega, Andrea Garde, Macarena Guzmán, Vanina Castelli, Lucas Romero, Luis Emanuel Cecchini y Ana Argento Nasser.
2- La sigla MCRLD puede ser leída tanto como Modelo de Comunicación y Reconocimiento Legítimo de la Discapacidad como Comunicación y Reconocimiento Legítimo de la Diversidad.
3- Para Vasilachis (2003) los titulares son textos que conforman una unidad semántica, que están separados de las noticias y que tienen funciones in¬formativas y persuasivas a la vez.