Tamarisco
Tamarisco
Tamarix chinensis, T. ramosissima, T. gallica y T. parviflora Tipo de organismo: Arbusto. Categoria 2. Especies de uso controlado.
El nombre tamarisco se utiliza para designar a un conjunto de especies del género Tamarix originarias de África, Asia y Europa. Se trata de arbustos o árboles pequeños que fueron introducidos en distintos países con fines ornamentales, como barreras de viento, para la estabilización de taludes y dunas y para el control de la erosión.
En Argentina, la presencia de tamariscos data, cuanto menos, del siglo XVIII. Su alta producción de semillas dispersadas por el viento, la velocidad de desarrollo, su tolerancia a la sequía y la capacidad de alcanzar depósitos de agua freática, le permitieron avanzar de manera espontánea sobre extensas zonas de nuestro país, en especial en regiones áridas y semiáridas.
Impactos
- Empobrecimiento de la vida silvestre: esta especie forma bosques y matorrales densos que cambian la estructura original de la vegetación y los hábitats de la vida silvestre. Así, esta exótica invasora afecta el hábitat de muchos organismos, entre ellos aves como el cisne de cuello negro, una especie migratoria de ambientes de humedales.
- Aumento de la salinidad de los suelos: las especies de este género pueden utilizar aguas subterráneas salinas, excretando el exceso de sal a través de las glándulas de sus hojas. De esta forma, el agua salada gotea en la superficie del suelo, o cae con las hojas en el otoño, formando una capa de sal que inhibe la germinación de otras plantas.
- Reducción en la disponibilidad de agua: los tamariscos cuentan con raíces muy profundas y son tolerantes a la sal. Así, tienen la capacidad de crecer alejados de los ríos, en áreas más salinas y pueden extraer agua de niveles más profundos respecto de muchas especies nativas.
- Modificación de los cursos de agua: parches densos de tamariscos a lo largo de los cursos de agua causan incrementos de la sedimentación, profundización y estrechamiento de canales, rellenado de remansos, crecimiento excesivo de las barras de arena y grava y cambios en la turbidez y temperatura del agua. Alteran la frecuencia y gravedad de las inundaciones ya que el estrechamiento de los ríos producido por los parches densos de tamariscos disminuye la capacidad de contención de agua, provocando su desborde
- Cambios en la dinámica del fuego: en áreas invadidas por tamariscos los incendios se vuelven más frecuentes y más destructivos, especialmente después que la hojarasca seca, altamente inflamable, se ha acumulado en el suelo. Estos incendios frecuentemente matan a la vegetación nativa, afectando el hábitat de especies de la fauna silvestre.
- Reemplazo de la vegetación nativa: muchos investigadores coinciden con que las especies de tamarisco reemplazan a la vegetación nativa, que no puede prosperar frente a las nuevas condiciones ambientales generadas por la alteración de los flujos de agua o los regímenes de fuego, a la disminución de niveles freáticos y al incremento de la salinidad del suelo, entre otras causas.
- Reducción del valor productivo de la tierra: el tamarisco afecta la productividad ganadera debido a que su avance está asociado al empobrecimiento del forraje, la disminución del agua de riego, al incremento de la salinidad del suelo y de la frecuencia de los incendios.
Objetivos del piloto tamarisco – Proyecto ENEEI
La implementación de un piloto de control de tamariscos en la región de Cuyo tuvo por objetivo validar acciones de control de especies invasoras y de restauración de la vegetación nativa en ecosistemas de alto valor de conservación, como es el caso de la Reserva Natural y Sitio Ramsar Laguna de Llancanelo, Mendoza.